Los Lakers están a un nivel impresionante y van pasando pequeñas pruebas para mostrar el mundo de lo que pueden ser capaces cuando lleguen los meses de mayo y junio, si es que hasta ahí consiguen avanzar. En Oklahoma City tuvieron una más dura de lo normal, una vuelta de tuerca de la que salieron airosos. Ante uno de los equipos más sorprendentes de la temporada, partido roto desde el principio y victoria como visitante sin tener a LeBron James, Anthony Davis y Danny Green.
Los californianos destrozaron un encuentro presumiblemente atractivo en lo que los aficionados pestañeaban. 19-41 en el primer cuarto y a otra cosa… concluyó 110-125.
Sabiendo que tenía que dar un paso al frente, Kyle Kuzma asumió más tiros de los que acostumbra a lanzar esta campaña y fue la referencia, pero de nuevo el englobar a más de un jugador importante fue decisivo. Rondo también muy reivindicativo, al Rondo por el que los Lakers apostaron para esta nueva etapa con LeBron: 21+12+8 y control total. Ambos fueron los destacados como titulares, aunque buena parte del mérito estuvo en el mantenimiento de la ventaja que provocaron los suplentes. Los Thunder tienen una producción de banquillo sobresaliente, pero nada como la de los Lakers en este encuentro: 13 de Quinn Cook, 12 de Dwight Howard y Troy Daniels, 11 de Alex Caruso.
Los Thunder, pese a que siguen progresando en la Conferencia Oeste y han recuperado a jugadores como Schröder o Gallinari, se vieron impotentes ante unos Lakers desgarbados. De treinta perdían cuando empezó la segunda parte. El público se enfrió muy rápido por el duro comienzo del rival y el encuentro fue derivando en un entrenamiento con público conforme pasaban los minutos.