(EFE).- Irán y Siria llamaron este domingo a fortalecer sus relaciones en una visita sin anunciar del presidente sirio, Bachar al Asad, a Teherán, donde se reunió con su homólogo, Ebrahim Raisí, y con el líder supremo iraní Ali Jameneí.
Al Asad llegó a la capital iraní esta mañana y regresó a Damasco tras reunirse con los líderes iraníes en su segunda visita a Irán desde que comenzó la guerra en Siria en 2011, informó la página web del líder supremo.
La visita no fue anunciada de antemano y solo se informó de ella una vez que el presidente sirio dejó Irán, su principal aliado regional, especialmente durante la guerra, durante la cual Teherán ha enviado soldados y prestado apoyo económico y político.
“Esta relación es vital para ambos países y no debemos dejar que se debilite. Debemos fortalecerla tanto como sea posible”, afirmó Jameneí durante el encuentro con el mandatario sirio.
“La Siria de hoy no es la Siria de antes de la guerra, entonces no hubo destrucción, pero el respeto y el prestigio de Siria actualmente es mucho mayor que en el pasado, y todos ven a ese país como una potencia”, aseguró el líder religioso.
Ese “prestigio” se debe a la “resistencia y firmeza del pueblo y el sistema político sirios” y al “espíritu de Bachar Al Asad”, según Jameneí.
COOPERACIÓN
Por su parte, Raisí en su encuentro con al Asad llamó también a mejorar la cooperación entre Teherán y Damasco.
“La voluntad y el deseo de la República Islámica de Irán es mejorar el nivel de cooperación y las relaciones con Damasco, especialmente en los campos económico y comercial”, dijo Raisí.
El mandatario iraní recordó que “Irán estuvo al lado del pueblo y el Gobierno sirio cuando algunos líderes árabes y no árabes de la región apostaban por la fecha de la caída del gobierno sirio”.
Y aseguró que seguirá siendo así. “Esta es una prioridad del Gobierno”, subrayó Raisí.
El presidente iraní enfatizó que el futuro de la región pasa por “la resistencia” y no las “negociaciones” internacionales lideradas por Estados Unidos.
“Lo que determina el futuro de la región y de Palestina no son las mesas de negociación y tratados como Oslo o Camp David, la resistencia de las naciones es lo que determina el nuevo orden regional”, afirmó.
En este sentido, al Asad llamó en su reunión con Jameneí a seguir cooperando para “no permitir que Estados Unidos reconstruya el sistema terrorista internacional que utilizó para dañar a los países del mundo”, según un comunicado de la Presidencia siria.
“Al Asad describió a Irán, tanto su liderazgo como el pueblo, como un hermano, un amigo y un socio leal, considerando que el enfoque adoptado por la República Islámica de Irán al tratar los asuntos regionales e internacionales no sirve únicamente a los intereses de Irán y Siria, sino a todos los países y pueblos de la región”, según el Gobierno sirio.
El mandatario sirio visitó Irán por última vez en febrero de 2019, en un viaje también sin anunciar y en el que se reunió con Jameneí y el entonces presidente Hasan Rohaní.
En aquella visita el presidente sirio recibió ayuda para la reconstrucción de su país de las autoridades iraníes, devastado tras años de guerra.
Irán ha sido un aliado clave de Damasco en la guerra en Siria, donde Teherán ha enviado soldados y asesores militares, además de prestar apoyo económico y político a su principal aliado chií en Oriente Medio.
La presencia militar iraní preocupa especialmente a EEUU y a Israel, que ha bombardeado en varias ocasiones objetivos iraníes en el país árabe.
Al Asad ha logrado imponerse en el conflicto con la oposición armada gracias al respaldo aéreo de Rusia, que bombardeó los bastiones rebeldes, y a las fuerzas desplegadas sobre el terreno por Irán y Hizbulá.