Las autoridades confirmaron que la carga venía de Paraguay y que tenía como destino final la ciudad de San Petersburgo (Rusia), aunque también paraba en el puerto de Amberes (Bélgica).
El director de Aduana, Jaime Borgiani, y prefecto nacional naval, José Elizondo, catalogaron la incautación como un “exitoso procedimiento en conjunto”; el cual involucró a la Dirección Nacional de Aduana y la Prefectura Nacional Naval” bajo la dirección de la fiscal de Estupefacientes, Mónica Ferrero.
El 17 de octubre las autoridades uruguayas incautaron 335 kilos de cocaína que estaba por ingresar al puerto de Montevideo y en base a trabajos de Inteligencia se obtuvo la información de que podía venir una “importante carga desde Paraguay”, dijo Borgiani ayer en conferencia de prensa.
Fue así que se ordenó el escaneo de la carga y “de esas imágenes surgieron indicios de que podía haber mercadería que no era la declarada”.
Aduanas ya estaba investigando a esta empresa de carne paraguaya que pasaba por el puerto de Montevideo porque ya había antecedentes de que transportaran cargas contaminadas.
“Se encontraron 600 ladrillos de cocaína pura y uno de los elementos que hasta ahora no habían aparecido que son precintos clonados para ser colocados después de la supuesta descarga de la droga”, informó el director de Aduanas.
Al ser consultado si la información que recibió Aduanas y Prefectura fue por parte de las autoridades paraguayas, el jerarca respondió que el trabajo fue solo de Uruguay.
“La fiscal se encargó de ponerse en contacto con los titulares de la empresa de carnes congeladas”, finalizó Borgiani.
Fuente: El País Uruguay