Vincent Van Gogh decía que si realmente amas la naturaleza, encontrarás la belleza en todas partes y esa es la filosofía de Diochi Paradise, un pedazo de paraíso rural situado en Paraguarí que invita a todos los turistas a gozar de los beneficios del agua salada y la estancia en unos iglús privados con todo el confort.
El agua salada es una mezcla de sales y minerales que aportan varios beneficios a la piel, menos irritación y enrojecimiento de los ojos, al no usar cloro no se padecerán molestas sensaciones. Además, estas revitalizan los tejidos, eliminan las toxinas de la piel, alivia dolores reumáticos y musculares, mejora la circulación sanguínea y la capacidad respiratoria.
El gerente del lugar, Victor Choa, comentó que ofrecen algo nunca antes visto en el país, con una vista espectacular para escapar de la rutina.
“Queremos que cuando la gente venga puedan estar en contacto con la naturaleza, apuntamos a que se desconecten y valoren la tranquilidad de estos paisajes, inclusive no tenemos televisión”, señaló.
Agregó que los visitantes no se van a arrepentir ni un segundo de estar en Diochi, a pesar de los atractivos turísticos de los alrededores como la estación de tren de Escobar, el salto Inglés, Sapucai, el Cerro Hú, entre otros, los clientes eligen quedarse en el hotel y disfrutar de sus atractivos.
VISITAS SEGURAS
El gerente afirmó que mantienen todo el protocolo sanitario para cuidar la salud de los turistas y los colaboradores. Se hace una toma de temperatura en la entrada, las habitaciones son desinfectadas y no están ofreciendo alimentos para evitar el contacto, permiten que los huéspedes lleven sus propios alimentos, así nadie les molesta y están en su ambiente de confort.
Todo empezó como una casa quinta sin intenciones de hacer algo turístico, pero con el objetivo de sustentar los gastos del lugar fueron ampliando las instalaciones. El año pasado habilitaron 4 o 5 meses Diochi y este 2020 llevan un mes abierto.
En cuanto a las cabañas en forma de Iglú, el gerente señaló que la idea siempre fue salirse de lo habitual, de la estructura cuadrada. “Al ser redonda la cabaña, la energía vuelve a uno y así nos manejamos”.
En total son 6 iglús con todo el confort, unos constan de una cama matrimonial y otros con camas de dos pisos y otra más, o sea, para 5 personas cómodamente. Tienen cocina, heladerita, microondas, hervidora, mixtera, entre otros utensilios.
Las personas que deseen pasar el día en las instalaciones hasta la caída del Sol lo pueden hacer, pero los cupos son limitados, se da prioridad a los huéspedes, el costo es de G. 80 mil.
Para quienes deseen disfrutar de los famosos iglús, el costo por persona de lunes a jueves es G. 150 mil y de viernes a domingo G. 200 mil, mientras que los niños hasta 10 años pagan G. 80 mil.
El lugar también cuenta con una pequeña cancha de fútbol, un parque infantil, mesa de pin pon y de billar, etc.
“Tuvo que llegar una crisis como esta para que el paraguayo valore las cosas que tenemos. Ahora las personas están más interesadas por el turismo interno y el país siempre fue tan lindo y tan generoso en todos los sentidos”, concluyó Choa.
Los interesados en más información pueden comunicarse al (0972) 210 006, enviar un mensaje al diochiparadise@gmail.com o visitar la web www.diochiparadise.com
