Por Benjamín Fernández Bogado
La delación premiada de Messer ha puesto en entredicho todo lo que ya conocíamos en término de manejo de la justicia en el Paraguay. El actualmente detenido en el Brasil y acusado de ser el cambista de los cambistas en varias operaciones de lavado de dinero, terminó involucrando a Horacio Cartes en su fuga, en su permanencia en territorio paraguayo y en varias otras operaciones en las que habría participado el expresidente paraguayo con su hermano del alma, Darío Messer. El mismo al que invitó a ser parte de la comitiva oficial del Estado paraguayo en su visita a Israel.
Hay cosas bastante graves que deberían haber sido tomadas en cuenta por la Fiscalía General para investigar el caso y tener argumentos para quedarse con lo que ahora dice el ex fiscal Fernández, encargado de la Secretaría Nacional de Corrupción, también le corresponde al Paraguay. Por la delación premiada, meses que está obligado a retornar dinero al Fisco brasileño en un monto superior a 180 billones de dólares y 18 años de prisión. Como gran parte de sus bienes se encuentran en territorio paraguayo, Fernández inmediatamente dice que no se lo pueden llevar los brasileños y que también debemos quedarnos con muchas de esas propiedades.
Hay una vieja expresión religiosa que dice que el que no trabaja, no come. Si la Fiscalía General no ha hecho el trabajo que debiera, no hay imputado a Cartes, no ha hecho las investigaciones con varios de sus cercanos colaboradores en el banco Amambay y otros hechos que se dieron durante esta investigación no puede estar reclamando algo por el que no ha trabajado para que se logre. Vamos a ver una pelea tremenda sobre estos bienes 17.000 cabezas de ganado tiene Messer compradas en el Paraguay durante su tiempo de permanencia con su hermano del alma como protector. Veremos la capacidad de reacción de nuestra justicia o el grado de tolerancia que tienen hacia los hechos delictivos que pueden terminar convirtiéndose en un estado paria, marginado, abandonado y sin respeto al cumplimiento de las normas locales ni internacionales.
