El Economista, México
El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) ganó “in extremis” el Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1, este domingo, donde sufrió un pinchazo en la parte final, pese a lo cual pudo cruzar la meta justo delante del holandés Max Verstappen (Red Bull).
Hamilton, que amplía a siete su récord de victorias en el Gran Premio de su país, da un nuevo paso hacia un séptimo título mundial, aumentando su ventaja en la general, pese al percance, que le obligó a terminar con tres ruedas útiles.
Llegó a este Gran Premio con cinco puntos sobre el segundo, su compañero finlandés Valtteri Bottas, que pinchó también en la parte final de la carrera en Silverstone y no pudo sumar puntos en esta ocasión, al acabar apenas undécimo.
Bottas sigue segundo de la general, pero ahora a 30 puntos de Hamilton. Verstappen es tercero, a seis puntos del finlandés y a 36 del líder.
Es la victoria número 87 para Hamilton en la F1 y la tercera conseguida de manera consecutiva en los cuatro Grandes Premios de esta temporada, por lo que parece lanzado hacia el título.
OPORTUNIDAD PERDIDA PARA VERSTAPPEN
Antes del emocionante final, la carrera había resultado relativamente insípida, con los dos Mercedes dominando en cabeza sobre sus rivales. Pero la sucesión de pinchazos en las vueltas finales cambió el guion del Gran Premio.
“Hasta esa última vuelta, todo iba bien. Pero cuando escuché que Valtteri había pinchado miré mis neumáticos y todo parecía ir bien, pero de repente pinché. Intenté conservar la velocidad sin romper la llanta”, explicó Hamilton tras cruzar la meta.