Imagínate por unos segundos a una persona con discapacidad auditiva acudiendo a un Centro de Salud porque tiene síntomas de Covid-19, ¿qué hace si la entidad no cuenta con un intérprete que le pueda ayudar?, o pensá detenidamente en alguien con discapacidad múltiple que deba entrar en cuarentena y no tenga ningún familiar cerca para socorrerlo en el tiempo que sea necesario.
La discapacidad es un asunto pendiente y postergado en el Paraguay. Gran parte de esta población es afectada por la pobreza, descoordinación de los sectores implicados, aminorado personal general de salud, difícil acceso a servicios de salud, barreras arquitectónicas, urbanísticas, y una clara exclusión de integración en el mercado laboral.
La problemática es seria tanto en causas sanitarias como ambientales. La licenciada Verónica Koch, directora Ejecutiva de Políticas para personas con discapacidad de la Municipalidad de Asunción, explicó que el censo del 2012 fue muy incompleto, ya que solo llegó al 72% de la población, y este arrojó que en Asunción existen más de 36 mil personas con discapacidad, lo que aumenta progresivamente, y más si la discapacidad está relacionada a la pobreza.
“Seguimos trabajando y articulando acciones a pesar de la pandemia y estamos abocados a la puesta en marcha de la Ordenanza 248 que establece una tarjeta de estacionamiento para personas con discapacidad que podrán solicitar en los Centros Municipales. Con esta tarjeta van a paliar algunas necesidades, ya que a veces no pueden estacionar en los lugares donde tiene que ir a rehabilitación o consulta”, refirió.
Agregó que muchas veces los ciudadanos no respetan por una cuestión de desconocimiento. “La responsabilidad es de todos. Cuando estacionamos sobre la vereda y obstaculizamos una rampa cometemos un gran error sin saberlo, por ello, difundir a través de los medios de comunicación y hacer campañas de sensibilización, es muy importante”.
DESDE LA MUNICIPALIDAD
La licenciada explicó que se encuentran trabajando con la Secretaria Nacional por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad (Senadis) para que también los policlínicos municipales puedan otorgar certificación de condición de discapacidad y con este puedan acceder a cualquier beneficio del Estado, sobre todo las personas con mayor pobreza para las cuales a veces desplazarse hasta la Senadis les es difícil.
“Estamos fortaleciendo el trabajo en los Bañados y capacitando a nuestros funcionarios para brindar una atención inclusiva. Realizamos un curso de estrategia básica para interactuar con personas sordas. También con la Dirección de Planeamiento Urbano verificamos todos los edificios municipales para que tengan las condiciones de accesibilidad mínima que puedan adecuarse a la ley”.
Por otro lado, señaló la importancia de hacer accesibles las informaciones y que cuentan con un intérprete de lengua de señas para que llegue a todos los ciudadanos asuncenos las informaciones del Ministerio de Salud con respecto al virus.
Están trabajando en el proyecto de SITIBUS, que será el que reemplace al Metrobus, para que realmente sean incluidas las condiciones de accesibilidad.
“Se trata de tener una ciudad más accesible e inclusiva. En la pandemia la situación de las personas con discapacidad se volvió difícil por la falta de acceso a la información, unida a que muchos perdieron el empleo, de ahí la importancia del trabajo coordinado con la Senadis y el Ministerio de Salud para que en el lugar donde esté las personas con discapacidad se encuentren acompañados”, concluyó la directora ejecutiva.
DATOS DE LA REGIÓN
Según datos proveídos por la Organización Panamericana de la Salud, en Latinoamérica existen aproximadamente 85 millones de personas con discapacidad. Probablemente más de un cuarto de la población total de la región se encuentra afectada directa o indirectamente. En el país, se trataría de casi un 10 % de población afectada preocupantemente por el umbral de discapacidad.