Hablamos de Argentina y Venezuela, de sus gobiernos y el subsidio, las potencias que eran y lo empobrecidos que están, las malas políticas subsidiando todo, pero acá ¿como estamos?
Ya tenemos el eterno subsidio a los empresarios de buses, que viven a pérdida hace 20 años, llorando por la beneficencia que nos hacen con esos buses chatarras que han dado varías desgracias.
Y ahora se vino el subsidio a combustibles, porque acá en este sector también tenemos empresarios llorando miseria, quienes están perdiendo plata. Algo inentendible porque abren estaciones de servicio cada 50 metros.
A más del préstamo de US$ 100 millones para subsidiar combustibles a Petropar, ahora el Senado dio marcha para otro préstamo, de igual importe, para subsidiar a los Emblemas Privados.
Una deuda más que hace, si ya estamos en más de US$ dos mil millones en lo que va de este Gobierno, y con esta se dará una “ayuda” a dos tipos de combustibles por un mes, 45 días, luego los combustibles volverán a sus precios, o quizás conociendo a estos empresarios, a un porcentaje mayor.
Todo préstamo tomado debe ser pagado, no crean que el presidente o algún senador va a sacar la chequera, esto lo paga el pueblo con más impuestos. Así es amigo, vos lo terminas pagando, hayas o no cargado el diésel común o la nafta 93.
¿Vale la pena endeudarnos para subsidiar los combustibles? Porque por US$ 200 millones se compraban 600 buses eléctricos, ya que somos el país que produce la mayor energía limpia en el mundo. O empezábamos a trabajar en trenes para un costo menor de flete, repercutiendo en los precios de la canasta básica.
Otra cosa, aprobando esta “ayuda”, ¿Cuál será el próximo sector en requerir subsidio?
Hablan del temor a la izquierda, pero los subsidios no son de derecha señores…
