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Golpe pandémico a las arcas religiosas obliga a medidas desesperadas

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La pandemia produjo un impacto no solo económico y político sino también religioso. Debido a las recomendaciones sanitarias, las celebraciones en Caacupé solo podrán albergar a 1000 personas por vez. Cabe recordar que en años anteriores recibía entre 5000 a 6000 fieles. Y totalizando llegaban 1.500.000 de personas en la ciudad en el mes de diciembre. 

Marina Rodríguez Boccia, responsable del departamento de Comunicación de la Basílica de Caacupé, señaló que todas las celebraciones se realizarán en el exterior. Y que para poder participar, las personas deberán agendarse en un sitio web próximo a ser anunciado. La misma estará habilitada desde el 10 de noviembre. 

En cuanto al impacto económico, no pudo precisar cuánto la iglesia percibe cada año ni cuánto serán las pérdidas por la disminución de personas. Pero si aclaró que habrá una reducción de los gastos. Por ejemplo, durante los 10 primeros meses del año, el mantenimiento de la basílica y el costo de las celebraciones conlleva entre G. 80 millones a G. 100 millones. Sin embargo, esto aumenta entre noviembre y diciembre debido a la envergadura de las celebraciones.

“La recaudación de este dinero sólo se produce por una autogestión del santuario”, explicó Rodríguez Boccia. 

Conforme a datos de años anteriores, la celebridad católica más grande del país mueve al menos US$ 7 millones. Esta suma abarca no solo lo relacionado a la Iglesia, sino también a lo percibido por artesanos, hoteleros y otros emprendimientos que se ven beneficiados por la inmensa llegada de fieles.

PROBLEMAS DE TIERRAS

Padre José Zanardini denunció públicamente que la actual administración de la Congregación Salesiana quiere vender tres hectáreas de terreno donados por él y su familia para personas en situación vulnerable. 

El padre es un reconocido antropólogo, teólogo y sociólogo italiano, que vive en nuestro país desde hace 50 años. 

El actual administrador es Mario Villalba, quien hace caso omiso a que las tierras fueron donadas por religioso para las familias. Incluso el cardenal Cristóbal López, le había solicitado no vender las tierras. Sin embargo, bajo un motivo que nadie conoce, se niega a retroceder y mantiene firme sus intenciones de vender una parte de las tierras.

El predio cuenta con varias zonas, por un lado las viviendas sociales, luego una escuela, un puesto de salud, una capilla y un área comunitaria. Es esta última la que Villalba quiere vender a una inmobiliaria. De concretarse, afectará a las 500 familias apostadas en la Villa Don Bosco II de la ciudad de Limpio. 

CONTEXTO

Hace 20 años la familia del padre Zanardini compró terrenos en la ciudad de Limpio para donarlas a personas de escasos recursos. Es decir, para que puedan establecer viviendas sociales dignas en el lugar. 

El objetivo era montar asentamientos, lotes de 12 por 30 para cada familia. Los mismos eran personas que sufrían de las inundaciones a causa de las crecidas del Río Paraguay. 

Así también se reservó espacio para una escuela, un puesto de salud y 3 hectáreas destinadas a espacios comunitarios. En el lugar había huertas, tanque de agua, pozos artesianos, área verde y por supuesto una capilla. 

José Zanardini transfirió todo el predio a la Congregación Salesiana con la promesa de dar los títulos a la gente. Esto, debido a que el padre debía ir a servir al Chaco y ya quería finiquitar esa transferencia. 

Sin embargo, el nuevo superior de los Salesianos; Mario Villalba, no solo no quiere dar el título del espacio comunitario sino que quiere vender las 3 hectáreas a una inmobiliaria. 

“La intención era donar a las familias. Pero el joven que ahora está al frente no reconoce esto y ante la necesidad económica quiere venderlo al sector privado”, lamentó. 

La situación actual es que las escrituras aún no se hicieron. Solo hay un contrato de compra venta privado con una seña. Por eso la inmobiliaria ya ha querido hacer algunos trabajos. Es decir, aún se está a tiempo para que Villalba pueda recapacitar en sus intenciones. 

Zanardini vive en Paraguay desde finales de la década de 1970, dedicándose al fortalecimiento étnico de los pueblos indígenas. Es docente de Antropología Social en la Universidad Católica de Asunción y en el ISSEF; director del Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica Suplemento; es miembro del Consejo Directivo de la Asociación Indigenista del Paraguay. En el 2001 recibió el Premio Internacional de la Paz, por el Gobierno de la Región de Lombardía (Italia). Es autor de varios libros como Moros; Eco de la selva; Como hojas al viento entre otros. Es miembro de la Academia Paraguaya de la Historia desde el año 2010 y correspondiente de varias instituciones académicas extranjeras.

La pandemia impactó de forma negativa para la Congregación Salesiana. Por ejemplo, los ingresos en sus colegios tras la disposición de suspensión de clases por parte del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). Con este argumento, Mario Villalba decidió vender las tres hectáreas de tierras a una inmobiliaria. Aunque el monto de venta no lo reveló el actual titular de la congregación. 

Según sus declaraciones a la prensa, el mismo dice desconocer que las tierras fueron donadas por la familia Zanardini y que la propiedad siempre fue de la Congregación Salesiana. 

Marina Rodríguez Boccia, responsable del Departamento de Comunicación de la Basílica de Caacupé.
Marina Rodríguez Boccia, responsable del Departamento de Comunicación de la Basílica de Caacupé.
José Zanardini.
José Zanardini.
Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.