El Barcelona busca centrales de primer nivel en el mercado y se ha fijado en Felipe Augusto del Atlético de Madrid. Ante la plaga de lesiones en esa demarcación, con la de Gerard Piqué de mayor gravedad, la dirección deportiva barcelonista necesita fichar uno o dos centrales. Éric García era objetivo para el mercado de invierno y ahora buscan al menos otro defensa central.
Felipe, de 31 años, llegó al Atlético la pasada temporada procedente del Oporto. Le costó hacerse con un puesto, pero acabó siendo titular antes del parón de la pandemia. Cuando se reinició la competición, Felipe fue suplente y ha iniciado la temporada sin apenas contar para Simeone.
En el Barça se han fijado que Felipe apenas juega en el Atlético y eso que el Cholo está poniendo a tres centrales en los últimos partidos, pero elige para el once a Savic, Giménez y Mario Hermoso, destaca en su portal as.com.
El equipo culé va a intentar el fichaje o la cesión, pero el Atlético no piensa desprenderse de Felipe porque considera que para afrontar todas las competiciones con garantía de luchar por ganarlas debe contar con cuatro centrales de primer nivel en su plantilla.
Ante las bajas de Umtiti, Araújo, Piqué y la última de Lenglet, han surgido muchos nombres para reforzar la zona más debilitada del equipo donde Koeman ha puesto a De Jong y Mingueza en los dos últimos partidos. Felipe es el que más gusta. Otra cosa es que el Barça lo pueda sacar del Atlético, por más que Simeone ahora mismo no cuente con el internacional brasileño.
COMO BUEN JUGADOR DE PÓKER
Gerard Piqué, como buen jugador de póker, decidió arriesgar y apostar por un tratamiento conservador para solucionar una lesión de gravedad, como en su caso, una rotura del ligamento lateral interno y del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Según Catalunya Ràdio, la decisión tomada, es irrevocable y así se lo ha confirmado a los servicios médicos del Barcelona, que por cierto eran partidarios de no operarse.
Piqué se mostró muy poco partidario de operarse. Primero porque suponía dejar los terrenos de juego entre seis a ocho meses y segundo porque a su edad, cumplirá 34 años en el mes de febrero, no necesita seguir jugando al más alto nivel más que dos o tres años más a lo sumo.
El tiempo dirá si ha acertado o no en la decisión, aunque desoír los consejos de Cugat suelen traer problemas a medio o largo plazo. Pero Piqué es un hombre que le gusta asumir riesgos y su apuesta es un órdago como una catedral.
