En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el estudio encarnaceno de animación Zet Studios presenta la primera temporada de la serie “No están solos”, compuesta por tres episodios, que trata de retratar los peligros de la deforestación, así como las amenazas latentes sobre la vida silvestre y comunidaes nativas del Chaco.
“No están solos”, con el apoyo de Diakonia, Iniciativa Amotocodie, Tierraviva y Planetario Music Studios, busca acercar al gran público la tragedia de la deforestación del Chaco paraguayo, su impacto en los Pueblos Indígenas chaqueños, así como en la crisis climática experimentada a nivel mundial.
La serie también busca crear conciencia sobre los peligros del contacto forzoso con el último pueblo en aislamiento voluntario del Gran Chaco: los ayoreos.
Esta temporada cuenta con la participación del artista enlhet Lanto’oy’ Unruh, Tagüide Picanerai, referente del pueblo ayoreo, los talentos paraguayos de Mathias Maciel Leiva, Alan Paiva, Andrea Osorio, Nicolas Cantero, Karen Barúa, José Araújo. La banda sonora de “No Están Solos”, a cargo del compositor Fran Villalba, responsable de bandas sonoras memorables del cine paraguayo como 7 Cajas, estará disponible en Spotify tras el estreno de la serie.
El primer episodio, estrenado en el 2022, fue proyectado en festivales de cine de Estados Unidos, Colombia y Rusia. Este año se alzó con el premio a mejor audiovisual referente a justicia ambiental y social del Festival de Cine Latino y Nativo Americano de Estados Unidos (2023).
“’No Están Solos’ nace de la tristeza e impotencia al ver la situación ambiental del Chaco Paraguayo. Una realidad que nos toca y se siente en el día a día, pero aun así nadie hace nada para detener el impacto negativo en la naturaleza. Mi motivación principal es generar un impacto, despertar el interés en niños y adolescentes por cuidar lo nuestro, participar activamente en políticas públicas y activismo ambiental”, señaló Mathias Maciel, director y productor general de la serie.
“Con mis trabajos de ilustración, este proyecto adquiere otra dimensión. Me alegra mucho contar con gente que tenga esta idea de crear conciencia, hacer todo lo posible para detener lo que está pasando, y más en mi zona del Chaco Paraguayo. Estamos espantando a los animales silvestres, la vida misma de la naturaleza. En el Chaco cada vez más veo menos árboles, creo que es importante mostrar lo que está pasando, en el lugar donde se está destruyendo el monte”, añadió Lanto’oy’ Unruh, artista enlhet.
A su vez, Tagüide Picanerai, referente del pueblo Ayoreo, considera que “el trazado de la ruta Bioceánica pone en peligro la biodiversidad y las culturas de los indígenas, no solamente la del pueblo Ayoreo. Esto se va a afianzar más en el futuro. Será un gran desafío para los pueblos indígenas dicho proyecto”, dijo.
«El Norte del Chaco Paraguayo es una de las últimas fronteras de biodiversidad del Paraguay. En sus bosques remanentes viven grupos de ayoreo aislados que se resisten a dejar ‘Eami’, el monte que es su mundo. El extractivismo acaba con los recursos, se lleva por delante toda forma de vida y está cometiendo un genocidio. Ojalá reaccionemos y no dejemos solo al Chaco», concluyó Miguel Ángel Alarcón, coordinador general de Iniciativa Amotocodie.
Fuente: Agencia IP