Siete duros meses de cárcel y dos años de un proceso penal que parecía no tener no fin, marcaron un profundo antes y después en la vida de la joven Araceli Sosa, quien hace dos días logró ser absuelta del terrible quíntuple crimen cometido en Asunción en 2018.
Hoy dice estar agradecida con Dios y la Virgen por esta segunda oportunidad y se muestra esperanzada en concretar un mejor futuro para ella, su hija y su familia en general, quienes nunca dudaron de ella y la acompañaron en la lucha.
“Fueron meses muy difíciles porque me estaban tratando de la peor persona. Cuando pueda ir a retirar mi antecedente policial empezaré a buscar trabajo y recuperar el tiempo perdido”, señaló la joven.
Además, desea buscar ayuda psicológica para su pequeña hija de 6 años, víctima colateral de todo lo sucedido. “Mi hija volvió a dormir bien anoche, después de tanto tiempo”.
Respecto a Bruno Marabel, encontrado culpable y condenado a 40 años de prisión por cometer un quíntuple homicidio, Araceli señaló que era su compañero de trabajo y estaban entablando una relación amistosa.
“Bruno siempre fue bueno con los compañeros de trabajo, era muy atento, me quedé muy sorprendida por todo lo que escuché que hablaron de él en el Tribunal”.
Contó que en el Buen Pastor siempre fue cuidada por las guardiacárceles, quienes trataron de ayudarla para que las demás personas se dieran cuenta que la que estaba recluida no era la misma Araceli a la que todos señalaban con el dedo afuera.
“Por la presión de la prensa creí que nunca iba a salir de esto e incluso pensé en atentar con mi vida. Ni con toda mi vida voy a poder pagar lo que están haciendo por mí mis abogados, son mis ángeles en la tierra, se volvieron como parte de mi familia”, expresó.
Comentó que les manifestó a sus defensores que cuando encontrara trabajo les pagaría, pero ellos dijeron sentirse contentos porque no podían permitir que una persona inocente fuera víctima de quienes en un momento dado no pudieron hacer su trabajo.
“En un tiempo dado me equivoqué e intentaron refundirme en la cárcel, aprendí que no puedo ser confianzuda, no confiar en nadie, y ahora quiero que me dejen hacer mi vida tranquila, no se puede hablar de las personas sin conocerla, muchos no sabemos qué nos depara el futuro, yo era una persona tranquila y mira lo que me tocó vivir”, concluyó Araceli Sosa.
LA CASA DEL TERROR
Tras el fallo del tribunal el pasado lunes, y en medio de plegarias y abrazos a sus padres, Araceli reiteró su inocencia en un caso que conmocionó a todo el país. Pidió a la Fiscalía que paren con el acoso y manifestó que uno de los momentos más tristes en la cárcel fue cuando supo que su pequeña sufría d bullying en la escuela.
Según declaraciones de la joven a radio Monumental, siempre pensó que el asesino vivía solo y cuando estuvo junto a otros compañeros de trabajo en la llamada casa del terror, nadie se dio cuenta de ningún olor fuera de lo común.
Dijo que entraron por una rampa del estacionamiento y se quedaron en la sala todo el tiempo. Les llamó la atención que Bruno pusiera desodorante de ambiente en todo momento, pero como lo hacía también cuando limpiaba en Burger King, olvidaron el asunto e incluso bromearon un instante.
Hasta la fecha, el Ministerio Público mantiene su postura y continúa acusando a Araceli por delitos de omisión de dar aviso de un hecho punible, reducción y frustración de la persecución penal.
