El Día de la Independencia del Paraguay es un motivo para recordar a las personas que llegaron a dar su vida en defensa de la libertad de la patria, fieles a sus ideales y firmes en sus convicciones.
En tiempos como estos, de pandemia, se invita a una reflexión sobre la situación política, económica y sanitaria por la que se atraviesa y hacer una introspección sobre el rol de cada uno en la sociedad.
La historiadora Noelia Quintana refirió que el pueblo paraguayo tiene una cultura heroica, a pesar de ser una nación sufrida por más de 200 años supo levantarse. Resaltó el papel de la mujer en todo el proceso, pues mientras los hombres por intereses políticos se aliaban al Brasil y la Argentina, la mujer paraguaya, sin derechos políticos y civiles, fue la reconstructora de esta patria.
“Nosotros vemos el proceder del paraguayo en la defensa de su patria en las guerras internacionales donde los propios vecinos nos imposibilitaron, y hasta hoy día con sus contratos, con el Mercosur, nos ahogan y tampoco colaboran en la actualidad para que seamos una región equitativa”, aseguró.
Quintana destacó que hay que valorar al paraguayo, por su persistente solidaridad dentro de las circunstancias más penosas en los momentos históricos y en la actualidad ante una crisis sanitaria, donde se refleja la mala gestión del Gobierno y el manejo de las instituciones públicas.
“El pueblo se organizó, es solidario, hay mucho que valorar sobre las actuaciones. Actualmente, no hay una élite que administre correctamente y las instituciones del Estado, están en manos de cualquier persona que no sabe tomar una decisión en beneficio al bien común, estamos en orfandad de liderazgo y planificaciones”.
ANTECEDENTES POLÍTICOS
“Tenemos antecedentes políticos importantes que incidieron en el Paraguay. El país se vio obligado a una suerte de responsabilizarse de sus destinos de gobierno desde temprano y eso a veces se deja de lado y es algo que hay que estudiar e investigar”, dijo.
La especialista recordó la Real Provisión del 12 de septiembre de 1537, así como la primera y segunda revolución de los comuneros, muestras palpables de que el paraguayo no iba a permitir tener este dominio monárquico, por ello se da la situación con el Dr. Rodríguez de Francia, quien para Quintana, es el creador del estado paraguayo.
“Podemos discutir esta visión, pero no podemos desmeritar la autenticidad de asumir un modelo político legitimado en una elección popular porque tenía un apoyo popular muy grande”, mencionó.
Asimismo, rememoró que el 20 de junio de 1811 se creó la nación al tener una postura de plantarse al Gobierno de Buenos Aires y decirles “no vamos a cambiar de amo, no vamos a cambiar unas cadenas por otras, el Paraguay es libre de hecho y derecho”.
A decir de la historiadora, se debe hacer un recorrido y ver que el Estado empieza a fracturarse desde el 1 de marzo de 1870, con los pactos en los sucesivos gobiernos y las dictaduras.
“Nuestra conciencia nacional se fue diluyendo con el tiempo y con estos problemas que se suscitan después de las guerras internacionales. Con la Triple Alianza, el modelo político se quebró y hasta hoy día en la política externa somos nominalmente independientes, pero en la práctica no. No tenemos un Estado nacional”, detalló Quintana.
Agregó que toda esa visión de la estructura jurídica política que organizó el Dr. Francia en 1811 y se fue continuando con el reformador Carlos Antonio López, que apostaba mucho por la educación, el entrenamiento ciudadano en materia cívica y el desarrollo económico, se fue diluyendo, sobre todo a partir de la Triple Alianza y la Guerra del Chaco.
“El Estado terminó el 1 de marzo de 1870 con el ejército de ocupación y si no fuese por el arduo Hayes hubiese sido muy triste. Después hubo un segundo intento de tener unidad y conciencia de identidad con Franco que hizo grandes obras sociales, pero en 1937 se le saca del poder, y no hay que olvidar lo que trajo la dictadura de Stroessner”, concluyó la historiadora.