El pasado 8 de Abril, David Jiménez, exdirector del diario español El Mundo lanzó su último libro denominado “El Director”. La misma trata básicamente sobre un autoanálisis que desemboca en una autocrítica sobre el servicio que prestaba a la sociedad su exmedio como gran parte de la prensa española.
Carlos Martini, conductor de noticieros de la RPC, ABC TV y locutor en radio Cáritas 680 AM mencionó en su red social twitter (@680carlos) que es importante analizar la relación de la prensa con el poder.
“Como en toda profesión es clave la autocrítica. Algo que particularmente no se da en el periodismo porque somos nosotros justamente quienes realizamos las críticas hacia los demás. Entonces es poco probable que nosotros mismos lo hagamos”, mencionó.
En otro momento, el entrevistado destacó el gran poder que posee la Prensa.
“El periodismo tiene un peso abrumador. Que suele afectar a grandes intereses económicos, políticos, deportivos, religiosos o sociales. Y por ende, estos traten de contaminarlo. Por ello este libro es clave para marcar un camino sobre cómo remediar esto”, expresó.
Finalmente el comunicador señaló que es muy poco probable que periodistas solos tengan medios de comunicación competitivos a los grandes medios que están siendo liderados por grupos empresariales.
“Lo ideal sería que un propio comunicador sea el dueño del medio de comunicación. Es eso es casi imposible de llevar a la realidad. Por el solo motivo de que es muy difícil hacer frente a los medios de grandes grupos por la fuerza económica que poseen. Sería una pelea entre David y Goliat”, lamentó.
INMOLACIÓN PERSONAL
David Jiménez, en entrevista exclusiva con El Independiente, había expresado que él era consciente de que los medios de comunicación sentían cierta presión por parte de grupos económicos y políticos para publicar (o no hacerlo) cierta noticia.
También de que era consciente de que a los mismos periodistas se los presionaba. Pero expresó que nunca se hubiera imaginado que el mismo medio fuera capaz de chantajear a algunas empresas con el fin de ganar publicidad a cambio de no “inventar algo en su contra”.
“Yo llegué a la redacción convencido de que iba a cambiar el periodismo de mi país, que no iba a doblegarme ante nadie, de que la verdad era mi único objetivo. Pero cada vez que lanzaba este discurso notaba el gesto de incredulidad con el que recibían el mensaje los demás integrantes del diario”, lamentó Jiménez.
En otro momento, expresó que este libro se trata de una inmolación personal. Ya que duda de que vuelva a ejercer la profesión luego de las duras críticas que realizó al sistema. Pero que está seguro de haber obrado correctamente.