Con una gran concurrencia de ciudadanos que buscan contar con servicios básicos del Estado, realizarse un hisopado o renovar la cédula de identidad resulta toda una odisea en el país. El Gobierno no puede garantizar el acceso ordenado a dichos servicios, sometiendo a la ciudadanía a un calvario, cuando busca hacer uso de sus derechos.
La realidad sanitaria del país está registrando un pico álgido en contagios, principalmente debido a la entrada de la variante Ómicron, la cual multiplica la transmisión del virus por su alto nivel de infección. De este modo, anteayer el país se encontró con la sorpresa de un nuevo récord, luego de una ligera calma: 3.079 casos confirmados, de 9.922 muestras realizadas.
Los datos son una proyección clara del intenso pedido de hisopados llevados a cabo, pues de acuerdo al presidente de la Sociedad Paraguaya de Infectología (SPI), el Dr. Fernando Galeano, explicó que la cantidad de muestras llevadas a cabo se realizaron entre el doble y el triple, comparado con los testeos anteriores, pues casi llegamos a los 10.000 hisopados.
La habilitación de más puestos en los cuales se pueden realizar testeos resultó fundamental, pero la logística y la manera en que los mismos fueron desarrollados dejó entrever una falta de consideración estatal hacia la salud de la ciudadanía. Muchos no solo conseguían agendarse para un hisopado dentro de una semana, sino que también eran obligados a padecer bajo el sol para acceder a un testeo.
Tal fue el caso de un grupo de personas que acudió a pie hasta el autódromo Rubén Dumot de Capiatá para hacerse el hisopado y finalmente no pudo acceder al servicio porque fueron informados que las muestras no estaban previstas para peatones, sino para automovilistas. Otro calvario similar se vivió en la carpa peatonal de la Décimo Octava Región Sanitaria, ubicada en la calle Brasil c/Pettirosi, pues un gran número de ciudadanos debía soportar horas bajo el sol, para lograr hisoparse.
De este modo, se denota un compromiso endeble del ministerio con su población, no solo para garantizar un servicio básico, sino también para proveer herramientas necesarias que permitan su estabilidad en términos de salud.
Dr. Fernando Galeano
UN HECHO INEVITABLE
De acuerdo al Dr. Galeano, el contexto sanitario actual ya estaba previsto y de hecho la cifra de contagios tiende a ir en aumento, recordando la situación atravesada por países europeos con la variante Ómicron. No obstante, el aspecto positivo previsto por el titular de la SPI es que la cantidad de infectados no se traduce en altos números de internados y fallecidos.
“De todos modos, la sobrecarga se observa en el sector de Urgencias y esto obliga a que los hospitales suspendan servicios de cirugía o atención polivalente, como sucedió en más de un caso, porque la atención primordial nuevamente recae sobre el Covid-19”, manifestó el infectólogo.
Con respecto a la gran cantidad de contagios, aseveró que se vio repuntada por los vacacionistas provenientes del Brasil y hablando de las nuevas disposiciones acerca de no exigir el PCR negativo a quien ingrese al país, aseveró que probablemente se llegó a ese extremo para gestionar los hisopados y distribuirlos de acuerdo a la demanda actual a nivel país.
Dr. Tomás Mateo Balmelli
Por su parte, el Dr. Tomás Mateo Balmelli, informó que actualmente se viene trabajando con los hisopados selectivos, es decir, dentro de una familia solo realizan el testeo al miembro más sintomático; si este sale positivo y los demás presentan ciertas sintomatologías, ya son considerados como positivos, pero este subregistro no es observado, así que los números que vemos siempre deben ser multiplicados por lo menos por cuatro personas más.
“Estamos preocupados porque al infectarse la ciudadanía en tan poco tiempo, se saturan los sistemas sanitarios y la atención se hace tardía o de menor calidad”, refirió el Dr. Balmelli, añadiendo también que hoy en día todos se están hisopando: quienes presentan síntomas, quienes no y aquellas personas sanas que quieren viajar.
DESORGANIZACIÓN GENERALIZADA
La falta de garantías para la ciudadanía es tal que no se observa solo en el contexto sanitario, pues las personas que buscan renovar su cédula de identidad también atraviesan desidias por el copamiento de solicitudes registrado en Identificaciones, que en su institución central solo trabaja con 16 bocas de atenciones, para una llegada diaria de 3.800 personas, que en su mayoría debe soportar el calor intenso debajo de toldos instalados para la espera de su turno.
La renovación tampoco va de la mano con el departamento, el cual suspendió la aplicación de un código QR al dorso de las cédulas de identidad para agilizar diversos trámites porque no previeron que los datos digitales podrían ser vulnerados, de acuerdo al asesor legal, el subcomisario Julián Giménez. No obstante, ni siquiera el propio ministerio del Interior tenía conocimiento acerca de la nueva implementación y recién ahora se están interiorizando con los técnicos acerca de los detalles para su puesta en marcha.