martes, noviembre 5, 2024
26.4 C
Asunción
InicioSin categoríaEl Stronismo no termina de irse a 32 años de su...

El Stronismo no termina de irse a 32 años de su caída

Categoría

Fecha

Se cumplen 32 años de la caída del stronismo, y en El Independiente realizamos un análisis sobre lo que fue aquella época oscura del Paraguay y de los que estamos viviendo hoy en día. La socióloga e historiadora Milda Rivarola explica que con el poder al mando de Stroessner.

“Lo que sucedió gradualmente durante ese tercio de siglo estronista es que fueron prohibiendo actividades de comunistas y liberales desde antes, desde el 47 que estaban prohibidas. Stroessner agregó al comienzo también la expulsión de la disidencia colorada ya a finales de la década del 50”, recuerda Rivarola.

Aunque esas prohibiciones de libertades se fueron agudizando con el correr del tiempo. Pero con la Constituyente de 1967 el dictador logra una especie de apertura, partiendo al partido opositor más grande, que era el Partido Liberal, y permitió a algunas facciones liberales pertenecer al parlamento y se les dio algunos cargos diplomáticos.

Sin embargo, hubo una represión permanente de todo lo que sean “movimientos sociales, como las Ligas Agrarias, el movimiento estudiantil, los sindicatos, y de los intentos de movimientos armados, que se reprimió con tortura y asesinato”.

Ahora, el peligro es que algunas de esas situaciones se vuelvan a repetir en un periodo reciente de nuestra historia, cuenta Milda Rivarola, lo que es la lucha anti EPP, con la represión fuera del límite legal hacia las comunidades y familias campesinas que están cerca de los núcleos.

Si bien hoy se tiene una libertad política y de opinión, “lo que se está viendo últimamente es una persecución, desde la época de Cartes, como lo fue el ataque al Directorio del Partido Liberal y el asesinato de Rodrigo Quintana, y la prisión del presidente del Partido, que hubiera sido impensado en la década del 90”.

En la primera parte de la transición, primero el pacto con una fracción del liberalismo por parte del Partido Colorado en el poder, y luego la persecución judicial y represión violenta hubiera sido impensado.

“Se volvió como a algunas prácticas estronistas más suaves, y claro la muerte de Quintana o de las niñas (por parte de la FTC) no fue suave digamos, pero no generalizada como antes”.

EDUCACIÓN DE DOMINIO

El modelo educativo de Alfredo Stroessner era claramente de restringir el pensamiento libre, para los que accedían, aunque claramente no todos podían llegar a desarrollarse en una casa de estudios.

“Un modelo de pensamiento único, de adoctrinamiento, que concebía a los docentes como reproductores de la propaganda del régimen a los estudiantes cómo seres a ser adoctrinados y disciplinados incapaces de pensar con autonomía y criterios propios”, sostiene Ana Portillo, educadora investigadora, del equipo de educación del Serpaj.

Ahora, explica que a Stroessner sí le importaba la educación, pero como herramienta política para sus fines.

“Un gran mito es que al stronismo “no le importaba la educación”. Sin embargo invirtió y tuvo muy claro la importancia de su modelo educativo para sostenerse. En estas reformas se invirtieron muchos recursos en aumentar la matrícula e infraestructura escolar (que era demasiado baja para la población) pero esta masificación del acceso no tenía el objetivo de garantizar el derecho sino de hacer más eficiente el adoctrinamiento”, comentó Portillo.

“Si bien aumentó el acceso en términos cuantitativos, eso no significó el acceso de la población más vulnerable y excluida a una mejor educación que le permitiera realmente desarrollarse y mejorar sus condiciones de vida”, añadió la investigadora.

Un detalle importante que explica es que Stroessner realizó dos reformas educativas de carácter tecnocrático asesoradas y financiadas muy de cerca por la Alianza para el Progreso, que fue la arista social del Plan Cóndor.

Sin embargo, hoy nos encontramos con una realidad educativa llena de carencias, explica el sociólogo y docente Carlos Peris, y una de ella tiene que ver con la mala inversión y la corrupción.

“Hay falta de inversión histórica y abandono por parte del sector dirigencial. Incluso, aunque en el presente se consiguieron los Fondos de Excelencia,  los mismos aún son insuficiente y, en muchos casos, se perdieron o se mal gastan por casos de corrupción”, sostiene Peris.

Aunque en este punto, Milda Rivarola indica que hay una diferencia en cuanto al alcance del sistema educativo desde la caída de la dictadura, eso no garantiza calidad.

En este punto, el Peris también remarca que hay una artista cultural de falta de proyección educativa. “La educación paraguaya carece de un ideal,  se centra únicamente en habilidades cognitivas a ganar. Lo bueno sería que se pueda concebir un prototipo de país y que ese modelo se refleje en los educados de acá a un tiempo futuro determinado”, remarcó.

Y algo que se notó durante la pandemia, es que en Paraguay se apunta una improvisación.

VIOLACIÓN DE DDHH

La abogada y activista de Derechos Humanos, Diana Vargas, sostiene que es importante tener en cuenta dentro del análisis la visión de ciertas prácticas.

“La diferencia en materia de derechos humanos entre la dictadura y la democracia, lo que tiene que ver con tortura, desaparición, privación ilegítima de libertad y persecución de inocentes, es que con Stroessner era una política de Estado y que ocurría de forma sitemática, pero en ambos periodos hay algunas notas comunes, como por ejemplo la impunidad”, explica la abogada.

En  ese sentido observamos una gran impunidad contra los crímenes de derechos humanos en dictadura y también en democracia, y que esto sigue siendo una constante.

“Si bien ahora no podemos decir que hay una sistematicidad, sí se puede afirmar que todavía persiste como una práctica frecuente de organismos de seguridad, se aplica a policía y militares de la FTC, y sustentado por un Ministerio Público que no investiga eficientemente estos hechos punibles, con un aparato de justicia que prefiere mirar para el costado”, indicó Diana Vargas.

La activista señala que esos valores autoritarios aún están muy presentes en el relacionamiento de las instituciones con la ciudadanía, y más aún cuando “se trata de aquellos que entre comillas son considerados “ciudadanos de segunda”, donde quien ejerce el poder, generalmente la Policía, aplica las normas que considera, generalmente excediéndose en la fuerza”.

LA SALUD PRIVATIZADA

La doctora Rocío Lobo, menciona que en sistema de salud pública, dentro del periodo de Stroessner estaba en la orfandad total, porque “en ese época si uno no tenía G. 5 mil para poder acceder a una consulta en un centro de salud o en un hospital público, no accedía. Por supuesto mucho menos a los medicamentos”.

Lobo, quien fue varios años médica en centro de Atención Primaria a la Salud recuerda que desde que en el Gobierno de Fernando Lugo, y cuando Esperanza Martínez fue ministra de Salud Pública y Bienestar Social se declaró la gratuidad de la salud pública, entre los años 2009 y 2010 unas 2.700.000 personas por primera vez entraron en contacto con el sistema sanitario.

Ahora, cuál es el peligro que hoy tiene de nuevo nuestro sistema de salud, es que se ven señales de privatización de los servicios de atención con la tercerización en detrimento a una inversión, como también la falta de insumos médicos y de medicamentos en las distintas unidades.

Hoy la vida y el bienestar de una persona y su familia volvieron  a depender de las rifas y las polladas, sostiene la doctora.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.
Artículo anterior
Artículo siguiente