La organización alemana Transparencia Internacional divulgó su tradicional ránking de países más corruptos. Datos que son relevados mediante encuestas a los pobladores de cada país. El Paraguay ocupa el puesto dos entre los países de Sudamérica.
El país está ubicado solo por detrás de Venezuela, líder en la lista (en cuanto a los sudamericanos se refiere). En tercer lugar está Bolivia, completando el podio de los más corruptos.
Benjamín Fernández Bogado, periodista, explica que estos malos resultados se van a seguir repitiendo cada año mientras no tomemos medidas para combatirlo.
“Si cada año tenés una evaluación pero en los meses de preparación no hiciste tus tareas, no hay forma que pases el examen. Esta evaluación es igual”, resaltó.
La preparación a la que el comunicador hacía alusión a sanciones ejemplares, instituciones saneadas y disminución en los niveles de impunidad.
El Paraguay ha demostrado que no tiene capacidad para enfrentar la corrupción, debido a que la impunidad es extraordinariamente alta donde, según estadísticas, sí cometes un crimen o delito solo tenés 5% de probabilidad de ser investigado y el 1% de ser castigado. “Cuando cometes un delito y tienes un margen tan grande para zafar de la Justicia es lógico que ubiquen al país en los últimos lugares” manifestó Fernández Bogado.
POSIBLE SOLUCIÓN
Guatemala estaba inmersa en corrupción hace 15 años. Por ello solicita a las Naciones Unidas (ONU) ayuda para combatir este flagelo. A raíz de esto nace la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Esta institución, que trabajó en conjunto con jueces y fiscales guatemaltecos, en los últimos cinco años logró la prisión de más de 1500 altos funcionarios de Estado, tres expresidentes, cuatro vicepresidentes, 150 parlamentarios y 500 jueces y fiscales.
“Fue tan importante el logro que alcanzó esta institución, que las nuevas autoridades de Guatemala tuvieron que disolverla 13 años después. Debemos decidir si nos gusta o no vivir con la corrupción, y si la respuesta es no, debemos hacer algo al respecto”, comentó.
SOMOS CORRUPTOS
Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), nuestro país pierde US$ 1560 millones de dólares al año por casos de corrupción. Es decir el 14% de nuestro presupuesto anual.
Este dinero va al pago de funcionarios que no trabajan, obras mal realizadas que causan muertes a los conductores, además no llega para las mejoras en el sistema de salud y educativo.
“Cada vez peor veo esta situación. Hay un sistema que ha hecho de la corrupción una manera de vivir y de ser y lo peor es que nada lo sacude”, manifestó.
CULPAR AL PASADO
Finalmente, el entrevistado instó a no seguir responsabilizando al pasado de todos los males que pasan al país.
“Esa es la forma más fácil de justificarnos. Debemos reconciliarnos con el futuro. La corrupción nos está privando de las posibilidades de ser un país en serio y nos lleva a ser un país fallido. Es decir, un país que cuando le das recursos empeora aún más de lo que debería mejorar”, culminó.
Ejemplo a seguir
Ricardo Gil Iribarne, presidente de la Jutep (Junta de Transparencia y Ética Pública del Uruguay) expresó que combatir efectivamente a la corrupción no requiere de ninguna receta. Simplemente tener a instituciones sanas y a la ciudadanía atenta.
“Históricamente el Uruguay estuvo ubicado entre los países con poca corrupción. Aunque siempre se sigue peleando contra ese mal. La vigencia de la democracia, la separación de poderes, buena calidad de jueces y fiscales, es decir, estructuras sanas, son fundamentales”, acotó.
En otro momento, Gil Iribarne dijo que la ciudadanía sigue siendo muy exigente. “Los uruguayos exigen mucho, creo que es una de las principales fortalezas. El día que la gente ya no reclame, ese día tendremos problemas serios”, finalizó.