La situación actual en nuestro país, salpicada por la corrupción sistemática con sus causas y consecuencias, el desentendimiento de las necesidades de todo un pueblo, con un alto porcentaje de desempleo que va en aumento, la hambruna en un sector golpeado y en situación de abandono por nuestros gobernantes (una cruda realidad), familias carenciadas que recurren a las ollas populares, polladas entre otras activades de beneficencia, la señal de alerta de quiebre de la Caja Fiscal, evasión de impuestos, la delincuencia, los casos de todo tipo de abusos y violencia que suman día a día, entre otros escenarios donde no visualizamos un horizonte de mejora para nuestro país.
En este contexto, vemos que la corrupción “no tiene género”, comparto una frase que dice: “El hombre, como buen simio, es animal social y en él priva el amiguismo, el nepotismo, el chanchullo y el comadreo como pauta intrínseca de conducta ética”, argumentaba. Carlos Ruiz Zafón. Sin embargo, se repiten: los abrazos, el amiguismo con líderes políticos que mantienen una estructura podrida dentro de los diferentes Partidos Políticos, que los mismos están señalados públicamente como “corruptos”.
Tal es así que, en un programa televisivo que fue mediático, con un debate político “bajo y pobre “ de “mujeres” representando a diferentes Movimientos de Partidos Políticos, estuvieron prometiendo acciones que durante sus gestiones no lo hicieron, demostrando ciertas conductas inapropiadas, bajo lineamientos ofensivos y viciosos, sin saber cómo explicar en forma transparente la financiación de sus campañas, además que como “lideresas” les cuesta debatir políticamente por encima de las divisiones partidarias, y en un escenario político, puedan defender y atender los temas que son de suma urgencia para el país, me pareció bochornoso. Hago las siguientes preguntas: ¿Dónde está el respeto?. ¿Existe o no la voluntad de cambio ? ¿Confiamos o no en sus propuestas?
En la lucha por lograr espacios políticos con la representación de Mujeres con: liderazgo, firmeza, integridad, elocuencia y honestidad, altruistas, de impecable trayectoria. No nos convencería que algunas de nuestras congéneres coqueteen con la corruptela, que se involucren con otros propósitos como la búsqueda de poder.
Toda Mujer paraguaya, debe estar segura que la memoria reivindicativa del papel de las heroínas de nuestra historia continuará con una digna y honorable representación de nuestras congéneres ocupando espacios en el parlamento, con un gran desafío y alto compromiso de ética en lo que respecta a la lucha contra la corrupción, de malos vicios, que impiden el crecimiento de todo un país.
¡No Señoras!. La gente está harta de la participación en la política con el símbolo del “acomodo y el oportunismo” en la búsqueda de beneficios personales.