Por Cristian Nielsen
“Mata a un hombre y serás un asesino. Mata a un millón y serás un conquistador”.
El aforismo pertenece al escritor, biólogo, filósofo y académico francés Jean Rostand, terco buceador de la condición humana que lo llevó a decir que “la ciencia nos ha hecho dioses, antes de merecer ser hombres”.
Hombres y dioses, he ahí una conjunción sobre la que se fundan interminables historias en las que se forjan los héroes, seres que “se comportan con valentía y determinación” ante los desafíos del destino. En la Grecia clásica, los héroes eran personajes que se enfrentaban a fuerzas superiores, indoblegables y aún a sabiendas de que no podrá vencer, el héroe jamás renuncia a la lucha.
¿Qué mueve al héroe, la búsqueda de gloria, el triunfo de la justicia o sus firmes convicciones?
Los que salvan la vida a millones, ¿qué título merecen? ¿Alguna película, una serie?
FLEMING Y JESSE JAMES
Alexander Fleming nació en Escocia en 1881. A los 20 años, la guerra contra los Boers en Sudafrica hacía llegar historias de soldados mutilados y muertos por la metralla y las infecciones. Este clima mórbido se exacerbó durante la WWI, ya egresado de la escuela de Medicina del Saint Mary’s Hospital de Londres. Si la guerras de los Boers había sido sangrienta, la Gran Guerra era catastrófica, con millones de muertos, mutilados e incapacitados diversos. Educado en el área de la microbiología, Fleming concentró su tarea en la búsqueda de antisépticos y potenciales vacunas contra diversas clases de infecciones. Así encontró, en 1929, el hongo del que extrajo la sustancia letal para las bacterias patógenas. De aquel descubrimiento derivan cinco ramas diferentes de penicilina responsables de que incontables seres humanos le deban la vida.
Jesse James nació en 1847 en el condado de Clay, Misouri, Estados Unidos. Su padre fue un comerciante de cáñamo y ministro de la iglesia bautista a quien llegó a ganar la fiebre del oro de California, a donde emigró esperando hallar fortuna. Murió en medio de privaciones cuando Jesse tenía tres años. Durante la guerra civil se unió a la guerrilla sudista que causó uno de los episodios más sangrientos de la contienda, conocido como la masacre de Lawrence. Finalizadas las acciones, Jesse y su hermano Frank quedaron prisioneros de la Unión pero no por mucho tiempo. Escaparon, armaron la banda James-Younger que en su diez años de correrías dejaron un rastro de muerte, saqueo y destrucción.
PASTEUR Y AL CAPONE
Louis Pasteur nació en Francia en 1822 y su carrera por la ciencia lo describe como un verdadero renacentista: químico, físico, matemático y bacteriólogo además de prolífico y riguroso investigador que dejó un patrimonio de 144 cuadernos de apuntes, 42 de ellos apuntes de clase, notas de laboratorio reales y 40 documentos de investigación anual. A él se debe el método que lleva su nombre, pasteurización, que es un proceso térmico dirigido eliminar la presencia de agentes patógenos en los alimentos. Hoy, la industria de alimentos sería inconcebible sin ese procedimiento.
Fue en 1885 cuando Pasteur descubrió la vacuna contra la rabia, tratando con ella a Joseph Meister, un niño de 8 años mordido por un perro rabioso. Fue la primera vida salvada por la antirrábica. Pasteur fue considerado un héroe.
Alphonse Gabriel Capone nació en 1899 en Nueva York. Era uno de los nueve hijos de un matrimonio de inmigrantes italianos llegados en 1893. A los 14 años dejó la escuela y se metió en una de las bandas más violentas de Brooklyn, la de Johnny Torrio, fundador de lo que luego se conocería como el “sindicato nacional del crimen”. A la muerte de Torrio, Capone se quedó con el imperio y extendió su influencia a Chicago. En 1929 Capone organizó la denominada “masacre de San Valentín” en la cual fue eliminada la banda que había atentado contra la vida de su tutor y padrino, Torrio. Desde entonces, el dominio de Capone se extendió a gran parte de la costa este con su negocio de prostitución, apuestas ilegales, racketeering (crimen organizado), drogas y protección. Es incalculable el número de asesinatos ordenados por “Scarface” (cara cortada) Capone.
HEROES, VILLANOS, AMBOS… Es curiosa la manera como el cine trata estos personajes. Dejo a los sociólogos, siquiatras y poetas hallar las respuestas. Yo solo hago aquí de albacea documentario.
+ Jesse James: 45 películas. La primera fue filmada en 1908, en los albores del cine, y la última en 2007. Interpretaron su historia actores como Tyrone Power, Audie Murphy (héroe de guerra), Colin Farrell, Brad Pitt, etc. Cada 10 de setiembre, en Kearney, Missouri, se celebra el “Jesse James Festival”, lugar donde el bandolero fue asesinado por el “cobarde Robert Ford”. La venta de merchandising se cuenta por miles de millones.
+ Alexander Fleming: Ninguna película, serie o siquiera un documental biográfico, pese a ser Premio Nobel, haber salvado millones de vidas, tener ocho títulos honoríficos y que un cráter en la Luna, otro en Marte y un asteroide lleven su nombre.
+ Al Capone: 48 películas. Los Intocables, serie que daría lugar a la película, tuvo 118 episodios entre 1959 y 1963. Tal vez la caracterización más notable fue la de Robert de Niro, que literalmente “encarnó” a Capone ya que tuvo que engordar 20 kilos para interpretar al gangster en la película de Brian de Palma.
+ Louis Pasteur: Una sola película, “The Story of Louis Pasteur” en la que el actor de teatro Paul Muni interpreta al biólogo. Ninguna serie, ningun comic, nada espectacular para el responsable de la vacuna contra la rabia.
Para pensar. Sin esforzarse mucho, por favor.
