El impacto provocado por la pandemia a nivel mundial no solo afecta a la economía, sino también a la educación ya que la suspensión de clases se ve que causará mayor impacto en los sectores más vulnerables de la sociedad.
En los colegios privados capaz se puedan tener clases de forma virtual y los niños puedan tener clases desde sus hogares de forma particular, pero en la escolaridad de niños de escasos recursos esta pandemia educacional será mucho peor.
En comunicación con el experto Jorge García Riart, analista educativo, el referente afirmó que con las clases virtuales fundamentalmente se pierde contenido y se cuentan como clases no dadas y que luego de la pandemia se deberá de tratar de cero la educación en el país, porque actualmente le golpeará más fuerte a la clase baja.
“El estudiante pierde el hábito de estudio lo que llamamos perfomance educativa, el rendimiento educativo y lastimosamente pierde también la socialización primaria, a través del cual los niños y las niñas aprenden e interiorizan las normas y los valores de la sociedad”, aclaró.
CÓMO SE PUEDE RECUPERAR EL TIEMPO PERDIDO
Con esta crisis el tiempo tiene ya otra re significación. Se pierde ciertamente tiempo material, horas de clase, horas de contenido. Ya no cabe recuperar tiempo material. Hay que ser creativo e inclusivo.
García menciona algunas sugerencias como el modelo blending, “Pero tenemos que replantear urgentemente nuestro modelo educativo centrado en horas presenciales hacia un modelo sin absolutizarlo. Habrá modos de recuperar las horas materiales, pero podemos aprovechar este tiempo para ganar tiempo mezclado con la vivencia, con la experiencia de modo transversal”, aseveró.
También está la didáctica transversal en donde el COVID-19 es un buen motivo para un taller abierto para analizarlo desde la sociología, la psicología, la comunicación, la salud y la educación.
Plataformas educativas
El referente señala que hay que diseñar plataformas electrónicas de contenido, de enseñanza-aprendizaje, que se apliquen a lo largo del proceso escolar.
“Esta es una respuesta certera, cara en su puesta en funcionamiento a corto plazo, efectiva a largo plazo. Hay que formar tutores para un nuevo entorno. El docente desarrolla contenido, el tutor ayuda a encontrar contenido. Son dos roles distintos que contraponen dos modelos que son necesarios de debatir ahora más que nunca. Pero, por sobre todo, la educación empieza en casa”, concluyó.