A raíz de lo acaecido en los últimos días, difundido en los medios de comunicación, con las manifestaciones pacíficas a nivel nacional e internacional, debido a las denuncias y el reclamo de Paraguayo Cubas Colomés, ex candidato a Presidente de la República, ante la duda de un posible “fraude electoral”, vemos como la conciencia cívica va despertando y rechazando prácticas corruptas por una misma estructura, que es utilizada por algunos corruptos dentro de un partido de mayoritario adherentes y simpatizantes, que se encuentran ocupando cargos dentro de la función pública, en la mayoría de los casos, por influencia política.
Estos funcionarios públicos, quedan en una situación de temor, y de sumisión, donde a veces se antepone la cultura de la honestidad e inclusive son silenciados e inducidos para votar por ciertos candidatos, bajo amenazas de perder sus cargos, y que en esta vez, posiblemente varios rompieron ese esquema, apoyando a Paraguayo Cubas Colomés.
En tal sentido, se agrava esta situación a nivel país, la estructura de la función pública como el caldo de cultivo de la corrupción y de la impunidad, donde impera “el silencio”, mucha gente acallada, cuando aparecen las denuncias públicas de Paraguayo Cubas Colomés, cuando saca a flote a varias autoridades con frondosos prontuarios, y exige al Tribunal Superior de Justicia Electoral la apertura del sobre 4 de las elecciones pasadas, donde aumentan las dudas de que existió una debida transparencia en el proceso.
Nunca antes, salieron a las calles muchos de los jóvenes, hartos de robos y saqueos estatales, con faltas de oportunidades, y aprobando las palabras expresas por Paraguayo Cubas Colomés, él mismo fue detenido, junto con otros tantos, hoy reprimen sus derechos, utilizando el abuso de poder que, en mi opinión atenta contra la democracia de nuestro país.
Dentro de la crisis que se vive hoy en día, debemos hacer un llamamiento a la conciencia de la ciudadanía, el silencio que aprueba la corrupción, nos vuelve cómplices y atentan contra nuestras generaciones venideras.
Basta de alimentar a los corruptos.