Ahora bien, el caso genera un interrogante institucional y abre una nueva arista en materia del narco crimen en Paraguay.
¿Por qué un fiscal fue asesinado?
La Fiscalía dominada políticamente por Horacio Cartes ha dado generalmente impunidad o leves condenas a miembros de grupos criminales nacionales. La delincuencia organizada creció ante su pasiva mirada. La Fiscalía nunca fue un problema grave para los criminales, los fiscales no viven bajo amenazas constantes, cuentan con usuales medidas de seguridad, su mayor preocupación podrían ser los escasos, aislados y diminutos escraches ciudadanos. Por eso, no extraña que el propio Pecci decidiera viajar a Colombia y llevarse a su pareja. Se sentía seguro y tenía razón, las cosas estaban bajo control. De hecho, la delincuencia nacional no ataca a la Fiscalía.
Pero, hoy, lastimosamente, sabemos que hubo un error de cálculo. Probablemente, vino con “A Ultranza Py”. No sabemos a ciencia cierta el grado de involucramiento de Pecci en los casos investigados por la Fiscalía bajo ese operativo en los que se golpeara fuertemente a la delincuencia organizada transnacional.
Pero, ahora sí podemos afirmar que la delincuencia organizada transnacional se sintió tocada y reclamó una vendetta.
El fiscal paraguayo en Colombia fue una oportunidad, sin importar si él personalmente era el motivo de la vendetta por su actuación personal/profesional, pero él sí era parte de la Fiscalía, el motivo más probable de la vendetta.
¿Por qué la Fiscalía? Dado la falta de autonomía funcional de la Fiscalía paraguaya por su sometimiento político, la misma fue tomada de la mano con premios internacionales y viajes internacionales de reconocimiento por instituciones americanas y europeas, ahí también se gestó el mega operativo “A Ultranza Py”, pues americanos y europeos algo tenían que hacer ante tanto descontrol del rule of law (Estado de derecho) en Paraguay, que a ellos les llenaba de drogas y lavado de dinero con envíos desde Paraguay. Si te premian en esos ámbitos de seguridad es para que tomen cierto control de vos, se tejen nexos y cooperación. Algunos países no permiten premios internacionales/de otros países para sus funcionarios públicos, requieren una autorización del Gobierno/Congreso para recibir (ej. art 129 Const. Colombia).
Es que el crimen generado en Paraguay y desde Paraguay no permanece dentro de nuestras fronteras y se expande a otros territorios (contrabando de cigarrillos, exportación narco, lavado, etc.), entonces, no debería sorprendernos que policías internacionales (DEA y Europol) y bandidos internacionales (delincuencia organizada transnacional) intervengan en nuestra sociedad y que seamos un campo de batalla; nosotros generamos eso, con lo laxo de nuestras instituciones de justicia controladas por los corruptos políticos colorados, especialmente cartistas.
Probablemente, la sociedad paraguaya expresara sus sinceras o hipócritas condolencias y volverá a la sumisión de su largo letargo. Nada les inmuta, todo lo aceptan, más fuerte suenan las voces de la no expresión. Les bastará que algún edificio de la Fiscalía lleve el nombre del fiscal asesinado.
Pero algunos pensamos o tal vez deseamos que esta tragedia se convierta en un punto de quiebre: que sea hora de recuperar nuestras instituciones de justicia y darles condiciones políticas para que recuperen su imparcialidad y autonomía y aquí el tema se vuelve electoral.
Si la gente sigue votando a su partido tradicional, especialmente los colorados, sin querer reconocer que en realidad su partido fue tomado por grupos afines a la delincuencia organizada transnacional y están votando a narcocandidatos, esto no va a cambiar mucho, al contrario, empeorará. Sin cambio del contexto político, ni probables operativos A Ultranza Py 2.0 o 3.0 serán verdaderamente efectivos, solo paliativos.
Si quieren honrar genuinamente a un fiscal caído es con el voto antinarco.
