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El adulto mayor en el olvido

Conforme a los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en nuestro país, son 746 445 personas que tienen más 60 años y más años de edad, de los cuales el 48,3 % son hombres, 51,7% son mujeres; además reflejan en el reporte estadístico que, el 61, 7% viven en la zona urbana, y un 38,3 % habitan en zonas rurales.

En la actualidad, consultando con el especialista en la materia de jubilaciones y pensiones, Pedro Halley, Ex Gerente de Prestaciones Económicas del Instituto de Previsión Social (IPS), en una comparación de datos, son aproximadamente 750.000 adultos mayores en el Paraguay, 130.000 adultos mayores son jubilados, 250.000 cobran pensión, en un cálculo rápido, la diferencia de 370.000 adultos mayores está en la absoluta informalidad.

En tal sentido, la situación del adulto mayor es preocupante, como lo suele mencionar Pedro Halley, hay una cantidad “importante de adultos mayores”, que no tienen el beneficio de la jubilación y pensión, que están viviendo en una piecita del fondo de la casa del hijo o de algún pariente, en extrema pobreza, algunos de ellos en total abandono, sin las atenciones y cuidados que necesitan. En otros casos, el adulto mayor tiene las condiciones de trabajar, sin embargo, la falta de oportunidades hace que sea dificultosa la posibilidad de sustentarse, y no sentirse inútil, inservible. Muchos de los empleadores sacrifican primeramente a un empleado adulto mayor, y lo desvincula, cuando éste puede seguir aportando conocimientos y capacidades en forma óptima y responsable.

Los trabajadores adultos mayores están perdiendo sus empleos más rápidamente, luego de la pandemia, existe un alto margen de desempleo, que, en la actualidad, no se ha atendido, porque simplemente es más importante para algunos de las autoridades dedicarse a hacer un circo en el Congreso, y mediatizar en Tik Tok.

Esta recesión de empleos de adultos mayores, sumados la informalidad laboral, se expone a graves consecuencias que los gobernantes de turnos están permitiendo que suceda, no existe una iniciativa para atender este flagelo, una rápida solución, algún proyecto de ley, en busca de alternativas para conseguir y solucionar la seguridad financiera de jubilación para este alto margen de adultos mayores que se encuentran desamparados, y que muchos de ellos hoy están pasando hambre y viviendo de la caridad de los vecinos y de la famosa “olla popular”.

En resumen, todo “adulto mayor”, no debe ser discriminado, para poder subsistir, tienen derecho a la inserción del mercado laboral, tienen derecho a adquirir una jubilación digna, tienen derecho a cubrir sus necesidades básicas, y a la autorrealización personal, como cualquier ser humano, y el poder disfrutar de la etapa de su vida con dignidad y respeto.

Natalia Mora
Natalia Mora
Ex Directora General de La Dirección General de Auditoría Interna del Ministerio de la Mujer. Participación en el Equipo Directivo de revisión del IV Plan Nacional de Igualdad 2018 - 2024. Artista dedicada a la pintura al óleo.Aporté a la gestión comunicacional del Observatorio de la Mujer desde su creación en el Ministerio de la Mujer. Mujer comprometida y solidaria con las mujeres en situación de violencia.

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