Una montaña rusa de esperanzas y decepciones asociadas al remdesivir está viviendo hoy el mundo entero. Se trata de un medicamento antiviral que se desarrolló inicialmente para la enfermedad del virus del Ébola, y a lo largo de estos meses ha demostrado actividad in vitro frente al SARS-CoV-2.
Durante la crisis sanitaria, el fármaco se ha utilizado a través de ensayos clínicos. Los especialistas hablan de priorizar el uso de remdesivir en pacientes hospitalizados con Covid-19 que requieren oxígeno suplementario, pero que no están recibiendo ventilación mecánica u oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO).
Actualmente no forma parte del listado básico de Salud Pública del Paraguay, ni se encuentra incluido en el protocolo de tratamiento de coronavirus, pero sí muchos pacientes compran la droga por pedido médico. Cada ampolla tiene un costo de G. 1.800.000 y es solicitado en los servicios a los familiares de pacientes con coronavirus.
Muchas personas que no tienen la forma de costearlo recurren a polladas y rifas en un intento por ofrecer una alternativa para el ser querido que se enfrenta al principal enemigo de todos.
Al respecto del tema, el Dr. Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud, manifestó ante los medios de comunicación que no hay pruebas de que el medicamento evite la mortalidad.
Afirmó que la inexistencia de estudios concluyentes y su alto costo hacen que no esté incluido como medicamento de la cartera sanitaria, pero aclaró que su uso está autorizado.
Sin embargo, el reconocido infectólogo Martín Agüero aseguró que es una droga que todavía se debe considerar útil, afirmando que existen muchos estudios que demuestran su eficacia en la reducción del número de días que los pacientes están internados, de 15 a 10 días es la reducción si se empieza a usar.
Afirmó que mostró efectividad en grupos de pacientes con cierto grado de descenso de concentración de oxígeno en sangre. “Si ponemos en la balanza la posibilidad de efectividad, es algo que hay que valorarlo bien a nivel de salud pública. Creo que esta droga en el punto en que estamos demostró efectividad en ciertos parámetros y hay trabajos que sí hablan de eso. Todavía no me animaría a desecharla para nada”, enfatizó el especialista en infectología por la Universidad Nacional Autónoma de México, en contacto con radio UNO.
Parece ser que se está barajando el tema desde la cartera sanitaria, pero no hay nada en concreto, pues el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, había dicho que no hacen la compra porque la evidencia firme detrás de que tenga un impacto importante todavía está en discusión. “Por ahora no existe suficiente peso para que nosotros compremos desde el lado de Salud”, aseguró.
SEGÚN LA OMS
El estudio global Solidarity, realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a 11.266 pacientes, concluyó que el fármaco no tiene efectos sustanciales en la supervivencia de los pacientes con Covid-19, dijeron que tampoco reduce la necesidad de conectar a los pacientes a respiradores artificiales.
La investigación se hizo en 405 hospitales de 30 países en los que se seleccionaron más de 11.200 adultos hospitalizados.Luego de la publicación, destacados expertos consultados por la cadena estadounidense NBC News pidieron precaución al interpretar los datos del estudio porque la publicación no fue revisada por pares.
El doctor Agüero recordó que las organizaciones mundiales cometieron muchos errores durante la pandemia en varias interpretaciones y hubo muchas metidas de pata.
Cabe señalar que la evidencia científica sobre la eficacia de este fármaco en principio tuvo un enorme impulso político farmacéutico, recordó Fusillo, con toda la una campaña llevada adelante por el presidente estadounidense Donald Trump.