Fueron varios los altos funcionarios que no quisieron formar parte del sistema corrupto. Algunos prefirieron guardar silencio, mientras que otros incluso devolvieron sus salarios.
Desde la semana pasada tomó mucha repercusión la destitución del ex gerente de Prestaciones Económicas del del Instituto de Previsión Social (IPS), Pedro Halley, por alertar sobre la continuidad de los fondos de la previsional ante un fallo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Este no es el primer caso de personas que fueron removidas y obligadas a renunciar por no prestarse a los juegos corruptos del Gobierno de turno. Existieron representantes con intenciones de transparentar la gestión de los entes y no prestarse a los “correligionarios”, quienes desangran al Estado.
Algunos mandaron presos a políticos, otros quisieron cuidar los intereses de la patria ante las pretensiones extranjeras, pero terminaron saliendo por la puerta de atrás.
Ernest Bergen, ex director de Itaipú
Luego del acuerdo entreguista de José Alberto Alderete y secuaces, Ernest Bergen fue una de las personas que en poco tiempo, juzgando por su desempeño como director de la Itaipú Binacional, hizo un buen trabajo. El mismo no quiso formar parte de los aprietes políticos que incluía, por ejemplo, amañar las licitaciones y quiso que los altos funcionarios de la hidroeléctrica justifiquen sus jugosos salarios, además de descartar el nombramiento a correligionarios.
Implementó un intenso control en el embalse central de la binacional, para erradicar el contrabando a gran escala principalmente de cigarrillos al Brasil. A poco tiempo de asumir ya denunció ante el Ministerio Público supuestos hechos punibles sobre tráfico ilegal de cigarrillo, armas y drogas, que nunca se investigaron a profundidad.
Asumió en julio del 2019 y renunció en enero del 2021, por razones que no fueron aclaradas. Otro dato no menor que trascendió en aquel entonces y fue confirmado por el propio departamento de RRHH de Itaipú, fue que Bergen de los 17 meses que trabajó en Itaipú, devolvió 15 meses de su salario.
Pedro Ferreira, expresidente de la ANDE
Pedro Ferreira asumió en agosto del 2018 como presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) y renunció en julio del año siguiente. Su principal “pecado” fue no estar en la línea de José Alberto Alderete, Luis Alberto Castiglioni, Hugo Saguier Caballero, entre otros, en perjudicar al país con la firma del acuerdo para la compra de potencia de Itaipú.
El expresidente de la ANDE no estuvo de acuerdo con las decisiones tomadas por la Cancillería Nacional y representantes del vecino país, teniendo en cuenta que el acuerdo se habría hecho a espaldas de la estatal. Primeramente “Abdo Benítez” nos trató a todos como pillos y peajeros, pero terminó pidiendo disculpas y empezar a “negociar” para no perder su zoquete.
Tras este escándalo también salió a luz que fue Federico González, actual asesor de Asuntos Estratégicos, quien lo presionó de parte del presidente de la República para firmar el contrato entre la ANDE e Itaipú que operativizaba el acta bilateral firmado con el Brasil y que suponía una deuda de más de US$ 250 millones para la estatal.
Graciela Russomando, ex coordinadora de Laboratorio del Senacsa
La doctora Graciela Russomando es otra de las profesionales afectadas. Se desempeñaba como titular de la coordinación del equipo de diagnóstico de Covid-19 del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), pero prefirió dar un paso al costado para no manchar su extensa carrera en la era de Julio Mazzoleni al frente del Ministerio de Salud, con quien tuvo un cruce por redes sociales.
Su caso se remonta a mediados del año pasado y tiene que ver con el procesamiento que se dio a las 32 muestras que dieron positivo en los futbolistas del Club 12 de Octubre, que a su parecer siempre fueron negativas y que las mismas muestras debían ser reanalizadas y no repetir los test.
“La ética y la moral son más fuertes que las ganas de seguir apoyando a un Ministerio de Salud sin ética y sin moral”, sostuvo. “Quiero seguir durmiendo tranquila”, escribió en aquel entonces la profesional con un alto grado de capacitaciones a nivel local y en el extranjero.
Gustavo Massi, ex director de Infraestructura del IPS
El ex director de Infraestructura del Instituto de Previsión Social (IPS), Gustavo Masi, es otro que presentó su renuncia al cargo. La llamativa decisión se dio debido a un cambio inconsulto y arbitrario realizado por el entonces titular de la previsional Andrés Gubetich. Admitió que lo forzaron a dimitir y que llenaron el ente con funcionarios de la Conatel
Gubetich destituyó a la coordinadora y persona de confianza del entonces director, Verónica Blanco, lo cual desató una polémica por la forma en que se dio y que tuvo relación a una maniobra política.
Esto ocurrió luego que Masi también denunciara ante los medios sobre un llamado a licitación para las plantas de oxigeno. Las mismas figuran como obras de readecuación, cuando en realidad ni siquiera existen.
Pedro Halley, ex gerente del IPS.
Otro de los que fue removido de su cargo por alertar que muchos aportantes podrían quedar sin su jubilación en los próximos años es Pedro Halley, ahora ex gerente gerente de Prestaciones Económicas del del Instituto de Previsión Social (IPS).
“Dios no quiera que haya una crisis bancaria y que el IPS pierda todo. Con esta administración el IPS va al colapso”, fueron algunas de las declaraciones del ex funcionario de casi 24 años de carrera en la previsional.
Los motivos serían que los empleadores simulaban suspender a sus funcionarios para que el IPS les pague el subsidio. El otro caso tiene que ver con que Halley puso en duda la sostenibilidad de los fondos del IPS afectado por el fallo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a favor de los marinos mercantes.
