Enero hizo historia no solo por las olas de calor y las temperaturas máximas extremas, sino también por los picos de nuevos positivos de Covid-19. Así, durante las interminables semanas del pasado mes, los reportes del Ministerio de Salud estuvieron marcados por récords de contagios, que se batieron entre sí.
Esta realidad también se reflejó en el Hospital de Clínicas, donde se “triplicaron” las consultas en el área de urgencias pediátricas debido a infecciones respiratorias, detalló el doctor Ricardo Iramain, profesor titular de Pediatría de la Facultad de Medicina de la UNA.
“Esto es inusual en esta época del año. Por lo tanto, creemos que se da debido al ingreso de Ómicron. Resulta que esta nueva variante produce y genera más infecciones en las vías respiratorias, sobre todo en las vías respiratorias altas”, explicó.
En este sentido, Iramain comentó que se dio un fenómeno curioso en los pacientes lactantes, quienes se vieron afectados por bronquiolitis, una inflamación causada por el virus sincicial respiratorio, que generalmente se suele dar entre otoño e invierno y también puede estar asociado al ómicron.
“Esta inflamación de los bronquios en niños menores de un año no solemos casi ver en enero. Solemos observarla más frecuentemente en otoño y en invierno. Creemos que esto es debido a la variante Ómicron. También hay cuadros importantes de amigdalitis”, señaló.
SIGNOS DE ALARMA
Ante la triplicación de casos por afecciones respiratorias, el profesor titular de Pediatría de la Facultad de Medicina de la UNA recordó que los padres deben estar atentos a diversos signos de alarma como, por ejemplo, fiebre alta repetitiva y el decaimiento.
“Sobre todo la disminución de la ingesta de líquidos, porque el paciente se puede deshidratar y eso es algo muy importante. Además, la presencia de cianosis: el color azulado de la piel o alrededor de la boca. Asimismo, la presencia de agitación o ‘juku’a’, porque puede significar una afectación de vías aéreas respiratorias bajas o interiores”, mencionó.
VACUNACIÓN ES FUNDAMENTAL
El doctor Ricardo Iramain recordó que la plataforma disponible para inmunizar a los niños es “completamente segura”, pues cuenta con un “buen” respaldo científico y académico.
“Es muy importante que los padres lleven a vacunar a los hijos”, expresó.
De cara al inicio de las clases presenciales, el profesional refirió que si bien con la segunda dosis se “verá” el impacto de la inmunización en la población pediátrica, la primera aplicación es fundamental para el retorno a las aulas.
“Generalmente, a partir de la segunda dosis se van a ver los resultados importantes. No obstante, el hecho que los chicos vayan con una primera dosis a la escuela ya tiene una relevancia científica y epidemiológica. Con la segunda aplicación va a caer mucho el poder infectante del virus”, concluyó.
