El MIC debe exigir a los importadores sus planillas de costos
Cómo es posible que el ciudadano común no sepa por qué está pagando tan altos precios por los combustibles. En lo único que se puede creer ciegamente, si se es católico practicante, es en un par de dogmas como la virginidad de María y el misterio de los santos sacramentos del altar. Luego, ver para creer o.
No basta con mostrar el precio del barril de petróleo. Tampoco es suficiente interponer el argumento de la guerra de Ucrania. Ya ha habido otras guerras y otras crisis parecidas a lo largo de las décadas y siempre fue posible trazar costos y determinar precios y tarifas emergentes de cada crisis. El consumidor tiene derecho a saber cómo son las cosas. Si, por ejemplo, los costos de origen son contestes con el precio final que hay que pagar en el surtidor. Todas las empresas dedicadas a importar los combustibles más usados, gasoil y nafta, deben presentar sus planillas al Ministerio de Industria y Comercio a cuyo cargo está el estudio de la consistencia de costos y despejar los factores que conducen al precio final.
¿Por qué hay que aceptar ciegamente que un litro de gasoil cueste 9.000, porque lo dice el importador? ¿Dónde lo compró, a qué precio, en qué cantidad, con qué frecuencia lo hace, donde almacena sus productos, que previsibilidad puede articular en el tiempo para poder controlar el precio final sin provocar una corrida general de precios a partir del encarecimiento constante de los combustibles?
El Gobierno debe hacer funcionar a Petropar como instancia reguladora de precios. El ente estatal tiene el 48% de capacidad en sus tanques de almacenamiento, pero apenas usa una mínima fracción, porque el mercado está acaparado por dos emblemas privados. Constituido en reserva estratégica, en lugar de tirar a la basura miles de millones en subsidios, el ente estatal podría emplear ese dinero en la compra masiva de combustibles a fin de garantizar estabilidad de precios por lo menos por dos a tres meses.
Porque ya lo dijimos una vez y lo repetimos: la economía necesita estabilidad en su provisión de combustibles para planificar de forma segura todos sus componentes, desde el transporte escolar hasta el levantamiento de la cosecha. El MIC debe tener un papel mas protagónico y exigir a los importadores sus planillas de costos.
Tanto secretismo autoriza a pensar lo peor.
