Tras realizar, en vano, reiterados pedidos a las instituciones por las vías formales, y forzadas por la situación, 1.000 pobladores de diferentes comunidades indígenas, la mayoría de ellas del distrito de Teniente Irala Fernández, se apostaron a la altura del kilómetro 362 de la ruta Transchaco.
La movilización es una decisión colectiva de las comunidades y los líderes. Los pedidos son muy claros, les urge agua y comida, así como forraje para los animales de pequeños productores de la zona, ya que en este tiempo de pandemia mencionan que no lo han pasado nada bien, y si siguen así, se irán muriendo sus animales.
“También los que no son indígenas se unieron para hacer sus reclamos porque hay muchos pequeños productores que piden asistencia para el ganado, teniendo en cuenta que de pasto ya casi nada queda”, explicó en conversación con la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), Justo Carrillo, líder indígena de la zona.
El presidente del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), Édgar Olmedo, y el gobernador del Departamento de Presidente Hayes, Rubén Rousillón, fueron hasta el lugar para conversar y prometieron gestionar asistencia, pero no pudieron dar un plazo exacto.
El gobernador se comprometió a proveer de agua con la ayuda de dos cisternas de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), la entrega de un camión y dos tractores a disposición de la Municipalidad local y hacer las gestiones para que el personal de salud se reintegre en el puesto de salud de Irala Fernández.
El legítimo reclamo realizado por los pueblos originarios al Estado paraguayo tuvo como respuesta nada más que una brigada de cascos azules y un carro hidrante, listo para reprender de ser necesario, según precisaron los manifestantes. Mientras, quedaron con el compromiso de palabra hecha por otras instituciones.
El líder indígena aseguró que las comunidades no están en condiciones de esperar una semana o dos, por lo que exigió al gobernador que haga gestiones para una ambulancia y un proyecto de reactivación económica para pequeños productores. Asimismo, advirtió que tomarán medidas más drásticas.
Sobre la asistencia del Gobierno en la pandemia, resaltó que no llegó bien ni tampoco a tiempo. Carrillo indicó que algunas comunidades no fueron alcanzadas por esa ayuda y en el caso de la suya, la última asistencia que recibieron fue de la organización Tierraviva.
“En general la situación es crítica, faltan agua y alimentos, unido a los efectos de la pandemia, más la sequía, porque hace tiempo no llueve. La necesidad les obliga a salir a la calle”, mencionó el cura párroco de la zona, Cristóbal Acosta.
Cabe señalar que en Río Verde, donde también había un grupo de manifestantes pidiendo prácticamente lo mismo, Édgar Olmedo, presidente del Indi, prometió gestionar ante la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) la entrega de kits de alimentos, propiciar la financiación de perforación de pozos por parte de particulares, proveer dos motobombas y caños para la canalización de agua y gestionar compensaciones por la pérdida del ganado que sufrieron a causa de la sequía y la cuarentena.