En el ámbito de las discusiones que se generan en el Paraguay, con mucha frecuencia es el tema de la justicia uno de sus elementos más recurrentes.
En uno de esos aspectos se nota fundamentalmente cuando se tratan los juicios en donde lo más importante es la cuestión de los procedimientos para alargar los muchos casos judiciales que no se resuelven en los tres años, como manda la norma, y terminan perdiendo su vigencia y la posibilidad de saber si la persona era culpable o inocente.
Debemos trabajar mucho más en forma con respecto a este tema y evitar que las chicanas se conviertan en recursos para hacer que los casos mueran. En esas chicanas salen beneficiosos aquellos que realmente tienen mucho que esconder y aquellos que cobran por alargar los pleitos están todos involucrados en ese procedimiento.
Un ministro de la Corte había planteado acabar con esas chicanas, pero no pasó de los buenos propósitos iniciales, ni tampoco empujó con el mismo entusiasmo que el que había cuando alcanzó un lugar en la Corte Suprema de Justicia.
Pareciera que nos hemos acostumbrado en el Paraguay a no tratar las cuestiones de fondo y dejar la sensación de que no sabemos nunca si alguien ha sido culpable o inocente porque finalmente, en términos de procedimientos, acabó con un caso determinado sin que sepamos la cuestión de fondo.
Acabar con las chicanas jurídicas debe ser una de las prácticas más importantes que tanto legisladores como agentes de la justicia deberían estar más que preocupados y comprometidos.
