El martes 9 de julio del 2019, dos niños y sus abuelos fueron asesinados en el robo de cabezas de ganado vacuno en la estancia Taguató del distrito de Mariscal Estigarribia, Departamento de Boquerón.
Durante un año, el abogado Ricardo Ramírez ha estado privado de su libertad en la penitenciaría de San Pedro acusado de abigeato y asociación criminal cuando él ni siquiera estaba en el lugar en el momento que ocurrieron los hechos punibles.
Su abogada defensora, María Graciela Irigoitia, denunció ante este medio, que Ramírez es inocente y está recluido por el capricho del fiscal Andrés Arriola, quien lleva adelante la investigación.
Acotó que cuentan con pruebas y videos donde se ve a su defendido en la fecha del 13 de julio en Luque, momento en que la fiscalía dice que Ramírez estaba acompañando la carga y cometiendo los hechos de abigeato en Mariscal Estigarribia.
“El abogado Ricardo Ramírez es inocente y ha sufrido todo tipo de atropello a sus derechos y garantías constitucionales. Está siendo víctima de una administración de justicia inquisitiva, arbitraria. Vos, cualquiera o yo, podemos ser imputados, acusados, sin posibilidad de defendernos, a oscuras, ser juzgados y condenados sin estar enterados, solo por el capricho de un fiscal que no tiene la capacidad de hacer su trabajo como corresponde”, denunció.
Agregó que la justicia manejada de esta manera no puede continuar. “Esto es un atropello que no tiene nombre y utilizar un acontecimiento tan lamentable como el ocurrido en Taguató no es justificación suficiente como para perjudicar a gente trabajadora e inocente. Trabajar en ganadería en este país no es delito ni crimen, trabajar en el ejercicio de la profesión de abogado tampoco”.
LAS PRUEBAS
El abogado había viajado a Brasil, el 5 de julio salió de Asunción e hizo un tour con un grupo de motociclistas. Cuando el Ministerio Público sostiene que estaba cometiendo el crimen, él estaba en Brasil. Volvió al país el 10 de julio y esa noche festejó con sus amigos. El día 11 de julio estuvo en su casa descansando y el 12 celebró su cumpleaños en un taller de motos.
La defensa afirmó que hay fotografías y testigos de que estuvo ahí. Además, el 13 estuvo ayudando a los motoqueros que tuvieron un accidente en el cerro Caacupé, uno de ellos falleció y el lunes le llevó al otro motociclista al Ministerio Público para que prestara su declaración, en esa Acta consta su firma.
Unos 42 terneros le fueron encontrados en su propiedad donde tenía sus animales y supuestamente eran de Taguató, por eso le acusaron.
La abogada afirmó que actualmente se está estudiando en la Corte un Habeas Corpus para que pueda salir en libertad por los cumplimientos de los presupuestos procesales establecidos, porque de continuar así su situación se convertiría en una condena anticipada.
“Es lamentable que el Estado te de poder para que actúes en su representación y lo utilices causando daño a personas inocentes. Un representante del Ministerio Público debe tener no solo preparación técnica, sino capacidad de autocrítica y autodominación del impulso”.
SIN SER ATENDIDOS
La abogada expuso que pidieron el diligenciamiento de 20 a 25 pruebas de descargo ya en octubre del 2019 y el fiscal Arriola Ramírez jamás les permitió realizarlas.
Posterior a eso le denunciaron al fiscal en tres oportunidades ante el Jurado por diferentes motivos, uno de ellos por ni siquiera darle la oportunidad de una indagatoria al acusado, en una causa que el Ministerio Público le inventó para revocar su arresto domiciliario, otra donde recibió una llamada telefónica mediante el cual una persona le pidió sus servicios como abogado, no aceptó y por ese hecho lo imputó, y lo acusó por abigeato y asociación criminal, sin haberle notificado de nada.
Una de las revisiones planteadas a la jueza Miriam Núñez, denunciada también ante el jurado, está como argumento la negación, dijo que el acusado no necesita estar en el lugar de los hechos para cometerlos.
“Me río para no llorar de la aberración, que negaba una medida menos gravosa porque él es abogado y vive en la capital, cuando él fue quien por sí mismo se había presentado ante el Ministerio Público al enterarse de la noticia por la televisión. Durante la prisión domiciliaria que tuvo por un tiempo fue al juzgado por sí mismo, sin custodia policial, las veces que el juzgado le ordenó, solo con la compañía de sus dos abogadas”.
Concluyó, en tono de ironía, que mediante las manifestaciones de la jueza Miriam Núñez, se enteró que se pueden cometer hechos punibles de la naturaleza investigada por telepatía, sin estar en el lugar, burlándose de todas las doctrinas existentes respecto a cada hecho punible investigado.