Sin lugar a dudas, la Cámara de Diputados este año tuvo un gran protagonismo y hasta fue catalogado como “la cámara de la vergüenza o de la impunidad”. Los legisladores no mostraron este año una intención real de depurar sus filas, a pesar de que existan serios indicios de hechos de corrupción y tráfico de influencias, ningún parlamentario de la Cámara baja sufrió un castigo político.
En el mes de octubre, en una sesión extraordinaria, los mismos salvaron a tres de sus miembros más cuestionados por la sociedad, tal como Carlos Portillo (PLRA), Tomás Rivas (ANR) y Ulises Quintana (ANR), todos ellos con procesos abiertos en la justicia. De esa manera, la pérdida de investidura de los tres diputados fue al archivo.
Inclusive, Ulises Quintana se encuentra en estos momentos en la prisión de Viñas Cué, y nuevamente en la segunda semana de diciembre los diputados dejaron no lograron reunir el quórum para tratar su pérdida de investidura y fue salvado una vez más.
El diputado Miguel Cuevas (ANR) que también fue presidente de la Cámara Baja es invesigados por la Fiscalía por enriquecimiento ilícito y lesión de confianza. Un grupo de sus colegas presentaron un proyecto de resolución para retirarle sus fueros pero el pedido no prosperó.
El legislador Carlos Portillo (PLRA), es acusado por tráfico de influencias y procesado tras la filtración de grabaciones de conversaciones en las que se revela su intromisión en casos judiciales tramitados en tribunales de Alto Paraná. En octubre, la Cámara Baja archivó su pérdida de investidura.
El diputado Tomás Rivas (ANR) está imputado por cobro indebido de honorarios y estafa. El mismo fue desaforado el año pasado. El Ministerio Público sostiene que el legislador encubrió a tres planilleros del Congreso que en realidad eran sus empleados particulares.
El diputado Ulises Quintana (ANR) quien actualmente se encuentra preso en Viñas Cue. El mismo está imputado por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, exportación e importación de drogas y asociación criminal. En una penúltima sesión los legisladores lo salvaron de perder su investidura.
El diputado Justo Zacarías Irún (ANR) es investigado por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y asociación criminal. El mismo no ha sido imputado aún por la fiscalía. En la Cámara Alta no fue desaforado y tampoco se pidió su pérdida de investidura.