Mientras el Gobierno se concentra en limitar el trabajo de varios sectores económicos como el gastronómico, hotelero y el de eventos para evitar focos de contagios, permite que buses repletos de pasajeros transiten por las calles.
Georgia Arrúa, senadora nacional por Patria Querida (PQ), expresó que las municipalidades deben tener un rol protagónico en el control de los buses que van llenos para buscar paliar esta situación.
“En una contracción tremenda del Gobierno. Como ciudadana te digo que es más fácil evitar contagios en lugares gastronómicos que en colectivos”, cuestionó
La legisladora dijo que los pocos controles son la causante de esta situación. Aunque en su opinión no pasa por el deseo de grandes grupos económicos.
“Es más una cuestión de desidia y de desinterés del Ministerio de Salud. No tanto por los intereses económicos. Se repite también en el interior del país”
CETRAPAM
Los buses repletos y por ende serios focos de contagios no es el único problema del transporte público. Desde el inicio de la cuarentena y con ella la disminución de la gente que va a trabajar generó también que las frecuencias disminuyan como otro factor negativo para la ciudadanía.
Si bien César Ruíz Díaz, titular de la Central de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana (Cetrapam) no quiso brindar entrevistas, hace unos meses había manifestado que el control de los pasajeros no es solo una cuestión de ellos.
“No es verdad que los transportistas pidamos a los choferes llenar de personas los buses. Las multas son de G. 14 millones. Lo que pasa es que en las paradas se llena de gente. Imposible que el chofer les diga a algunos que ya no pueden subir, se te arma un problema y genera peleas”, explicó en su momento.
CONTROL OPERATIVO
Sandy Ayala, encargada de marketing Magno S.A Línea 12 y San Isidro S.R.L Línea 48 -51, expresó que para el conductor es imposible controlar principalmente a la gente que quiere subirse a la fuerza en las paradas.
Resaltó que cuentan con un Centro de Control Operativo en la empresa, integrado por seis personas que monitorean las tres cámaras que tiene cada bus. Esto para quitar la responsabilidad del chofer que esté contando la cantidad de pasajeros.
“Solo se permiten los 10 pasajeros parados. El Centro Operativo llama al conductor cuando se está excediendo. Si bien aún no tuvimos ningún caso, el castigo para los que lo incumplan es un apercibimiento”, explicó.
