domingo, marzo 16

Animales que sobrevivieron, con futuro incierto

Ciertamente los expertos están de acuerdo en que estos in­cendios representan un catastrófico comienzo para lo que ya se veía -debido al cambio climático- como un sombrío futuro para la flora y fauna australianas.

Y es que los incendios fores­tales no sólo queman a los animales, sino que crean eventos de hambrunas. Las aves pierden sus árboles de reproducción y las frutas e invertebrados que los ali­mentan.

Los mamíferos que viven en la tierra y que logran sobrevivir emergen de los incendios para encontrar terrenos abiertos sin lugares para esconderse, algo que los ecologistas describen como «campos de cacería» para gatos salvajes y zorros. «Muchas decenas de espe­cies amenazadas han reci­bido un duro golpe en estos incendios», le dijo al diario The Guardian la profesora Sarah Legge, de la Univer­sidad Nacional Australiana.

En algunos casos, agrega, «casi toda su distribución ha sido quemada».

«Es como si hubiéramos alcanzado el punto de in­flexión que ya habíamos pronosticado que llegaría como consecuencia del cambio climático. Ahora nos encontramos en terri­torio desconocido», agrega la experta. A medida que incendios forestales masi­vos devastan franjas de Aus­tralia y refuerzan el debate sobre el impacto del cambio climático, datos del gobier­no muestran que la nación nunca ha sufrido un año más caliente o más seco que 2019.

La temperatura promedio del año pasado fue de apro­ximadamente 1,5 grados Celsius superior a la media de 30 años, según datos de la Oficina de Meteorología, que se remontan a 1910. Entretanto, la precipitación cayó a su nivel más bajo en cifras que datan hasta 1900. La agencia gubernamental tiene previsto publicar las cifras finales y su informe climático anual la próxima semana.