Un semestre después del escándalo de Itaipú parecía que las turbulencias habían pasado para Mario Abdo Benítez, presidente de la República, a inicios de año. El mandatario incluso protagonizó un “tutorial de buceo”, con la intención de demostrar un perfil moderno, juvenil y renovado a la ciudadanía.
Sin embargo, ya en los primeros dos meses, la epidemia del dengue volvió a azotar con fuerza a nuestro país. Incluso, el mismo Abdo fue noticia internacional debido a que contrajo la enfermedad junto a Silvana Abdo, primera dama de la nación.
Este percance solo representaría el inicio de un mal mayor hasta entonces esperado.
Las semanas previas a la llegada de la pandemia a Sudamérica, Abdo ofrecía llamativas conferencias de prensa donde se jactaba de los avances que registra su Gobierno en cuanto a obras públicas. Además de reivindicar al dictador Alfredo Stroessner.
Ya en marzo, y con el escándalo del caso Ronaldinho y la desaparición (hasta la fecha) de la empresaria Dalia López a cuestas, nuestro país recibía a la pandemia.
Roció Duarte, politóloga, expresó que analizar la gestión del Ejecutivo durante el 2020, está relacionada directamente a la pandemia. La analista señaló que Abdo no pudo administrar correctamente los recursos del Estado. Y que este fue el motivo principal de su pobre gestión.
“El dinero existía. Pero de igual manera hubo una falta de capacidad y coordinación en lo político que impidió dar una respuesta más coherente y eficiente ante las necesidades”, explicó.
La politóloga aplazó la gestión del mandatario. Y le instó al mismo tiempo a construir una imagen positiva desde el 2021.
“Debe dejar de lado los intereses partidarios. La mejor manera que tiene el Presidente de no perderse en esto es ver los intereses a mediano y largo plazo del país. Debe apuntar a eso”, sostuvo.
En otras palabras, Duarte sostiene que Abdo debe dejar de lado sus preocupaciones por las municipales durante el año que viene. Y en su lugar concentrarse en intereses nacionales como la vacuna Covid-19 por citar una de ellas.
BUERGO
Isaac Buergo, analista político, señaló que si bien se tomaron las decisiones acertadas al principio de la pandemia, esto cambió con el correr de los meses. Lamentó que a pesar de contar con los recursos, estos no se utilizaran de una mejor manera.
“Después cuando empiezan a flexibilizarse las medidas, el Ejecutivo se equivocó en no tomar ciertas medidas económicas necesarias. Por ejemplo a los sectores medios de servicios quienes son hoy los que más presionan”, detalló.
Acto seguido, Buergo lamentó que no hay políticas para impedir el desempleo creciente ni para apoyar a ciertos sectores bastantes golpeados por la pandemia.
CASTIÑEIRA
Selva Castiñeira, politóloga, hizo eco en su colega Duarte. Expresó que este año fue muy atípico por la pandemia. Y que esta influyó de sobremanera en la gestión de Abdo.
“Nos encontramos en una situación económica estable no por la gestión del mandatario sino por el auge que gozábamos desde hace una década”, manifestó.
Al ser consultada en su gestión política, señaló que existe una reprobación debido a la corrupción imperante principalmente en la compra de insumos médicos.
“El Ejecutivo también tuvo la limitante en el Congreso para poder ejercer las decisiones. Este fue otro inconveniente”, explicó.
PÉREZ
Marcos Pérez, analista político, expresó que el Gobierno Nacional consciente de las falencias sanitarias estableció el cierre parcial y luego total de las fronteras de forma acertada. Pero que la corrupción de alguna manera empezó a afectar la legitimidad de las acciones.
“Esto se vio acentuado por la falta de respeto de las medidas sanitarias de las mismas autoridades”, manifestó.
El analista explicó que debido a esto, el Gobierno ya no tiene la fuerza para obligar a la ciudadanía a volver a la fase cero. Algo que están estableciendo otros países debido a nuevos brotes del virus.
CONTRASENTIDOS
Consultado sobre las contradicciones en las que caen varios asesores de Abdo, respondió que esto se vio a lo largo de la pandemia. Rememoró varios decretos que requerían de explicaciones posteriores debido a que eran contradictorios.
“El problema no es de comunicación sino de articulación interna. No es un tema del arte de la comunicación. Sino es la dinámica interna del Gobierno el problema”, manifestó finalmente.
