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Acoso laboral o Mobbing en instituciones públicas

El término ¨mobbing¨ proviene de la lengua (del término )¨to mob¨ traducida (al español como atacar, asaltar, acorralar, hostigar.

El acoso laboral o mobbing se da en diferentes ámbitos laborales, en que el hostigador o la hostigadora suele ser de alto nivel jerárquico dentro de la institución, que por ciertas conductas obsesionadas ataca a un dependiente inferior rango (funcionario o funcionaria), que elige como ¨blanco¨, con el objetivo de perseguir, hostigar, desvincular y perjudicar desmesuradamente a esa persona de la institución.

Los mecanismos que utiliza esta autoridad haciendo uso y abuso de poder para cometer su propósito son:

  • Se vale de aliados que se encuentran bajo su dependencia (menor jerarquía), a quienes a su vez manipula, amenaza y asusta a los mismos si no responden a sus actos de mala fe.
  • Tiene una modalidad agresiva, humilla y descalifica a la persona frente a los demás compañeros, menoscaba su trabajo.
  • Pone en aislamiento físico a la persona, no le provee de sus herramientas de trabajo para cumplir con su gestión.
  • Busca motivos en contra de la persona para ser sumariada.
    Aúnque le corresponda a esa persona como profesional ciertos los beneficios, los recorta.
  • Impide y niega cualquier comisionamiento manteniéndola aislada.
    Margina con la hostilidad y evita cualquier comunicación.
  • No tiene consideración ni respeto por la persona y por su trayectoria como profesional.
  • Acosa moralmente a la persona, conductas abusivas en gestos, palabras, actitudes.
    Entre otros comportamientos agresivos.

A un año de lo que me aconteció, me siento identificada en tales aspectos por los que fui víctima por parte de la Máxima Autoridad en el Ministerio de la Mujer estando prestando mis servicios como profesional nombrada. Hoy me toca concienciar y en el presente escrito me expreso como ¨persona¨, por el simple motivo que debemos partir de la base de ser primero ¨personas¨ y no por ocupar cargos temporales olvidarnos de los valores, de ser buena gente, de manejar una institución que es encargada de velar y proteger a las mujeres con principios, sin embargo, fui manoseada dentro de la casa donde debí sentirme acogida y segura, por el solo hecho de ser una institución donde articula a favor de los derechos de las mujeres, debemos limpiar nuestra casa interior y luego pretender limpiar la sociedad.

Mi solidaridad para todas aquellas personas que están atravesando esta situación que callan, que no pueden hablar por temor a represalias. No se puede jugar con la necesidad de personas trabajadoras, sacrificadas que detrás tienen a una familia y responsabilidades, imagínense pasar por toda esta situación por una conducta que no podemos permitirlo. Mas allá de jugar con la condición o necesidad de la víctima , esta conducta mayormente reveles patrones de conducta de resentimiento, complejos y narcisismo.

Si las mismas autoridades se manifiestan con este tipo de violencia. Existen trabas para denunciar a la Secretaría de la Función Pública, tenemos una mala costumbre de encubrir, callar, tapar cualquier situación que no está bien y que se sigue permitiendo.

En  un acto de valentía recurrí a la justicia, confío en ella.

Les dejo esta pregunta:

Tenemos leyes, protocolos, reglamentaciones, ¿Quiénes defienden realmente a estas personas?

Natalia Mora
Natalia Mora
Ex Directora General de La Dirección General de Auditoría Interna del Ministerio de la Mujer. Participación en el Equipo Directivo de revisión del IV Plan Nacional de Igualdad 2018 - 2024. Artista dedicada a la pintura al óleo.Aporté a la gestión comunicacional del Observatorio de la Mujer desde su creación en el Ministerio de la Mujer. Mujer comprometida y solidaria con las mujeres en situación de violencia.

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