Los transportistas anunciaron ayer nuevas protestas en contra de un proyecto de ley para estabilizar el precio de los combustibles, mediante un fondo financiado con un préstamo internacional que abarcaría a las empresas privadas. Sectores hablaron de un nuevo paro nacional, sin embargo, la decisión se definirá luego de una reunión a realizarse este viernes.
Diego Bogarín, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Transporte de Cargas destacó que su gremio ya tiene definida la movilización, pero brindarán mayores detalles luego de su reunión con Ángel Zaracho, representante de otro sector de los camioneros.
Diego Bogarín
“No estamos de acuerdo en que el país nuevamente se endeude para pagar ese subsidio a los empresarios. Otro pedido que también reclamamos es el respeto por el precio del flete establecido en G. 460 por kilo y kilómetro; se negaron a firmar porque supuestamente no se pueden cubrir los costos”, manifestó, añadiendo también el cumplimiento de las leyes laborales.
No obstante, sí se encuentran de acuerdo en que Petropar sea subsidiado, pero dentro del punto analizaron que la institución debe ser un ente regulador a nivel país, estableciendo de ese modo el precio de los emblemas privados y controlándolos. Más aún sabiendo que los mismos no tienen una amplia cobertura en el interior del país.
Teniendo en cuenta que los emblemas privados se encuentran en su amplia mayoría en las zonas del interior del país, el secretario aseguró que de todos modos no se benefician del subsidio, pues ellos no querían una subvención para los emblemas mencionados, sino un control de sus precios por parte de Petropar.
“Eso y que ellos puedan tener la compra más directa de los lugares más accesibles para adquirir el combustible a un bajo costo. Para cubrir la demanda en el interior, la estatal debería invertir más en estaciones de servicios para ubicarlas en esas zonas y así competir con los precios de los emblemas privados”, indicó el gremialista.
TRASFONDO POLÍTICO
Por su parte, Darío Toñánez, representante del sector de camioneros de Aratiri, expresó que no acompañan los gremios encabezados por Ángel Zaracho y Roberto Almirón, pues ellos ahora se encuentran incluso movilizando campesinos para sus manifestaciones.
Darío Toñánez
“Nosotros no vamos a realizar movilizaciones porque tenemos un compromiso firmado con Denis Lichi para no modificar los precios hasta fines de abril y retener los precios de los combustibles por otros dos meses con el subsidio otorgado a Petropar”, formuló el sindicalista, aclarando que los demás gremios ya mezclan diversas razones que motivan a sus manifestaciones.
Si bien observa como una injusticia un nuevo subsidio para los emblemas privados, comentó que sí va a permitir un reajuste en los precios y que dichas estaciones de servicios vayan por un precio a lo bajo, de cierto modo está bien; sin embargo, igual resulta preocupante la forma de pago para cubrir el subsidio.
“Nos metieron a todos en una misma bolsa y nosotros somos un sector de gente que trabaja, no mantenemos la agenda de un sector político como los demás gremios. Ellos mueven hasta a campesinos, van a la ciudad y luego regresan cuando supuestamente consiguen algo”, reveló el vocero.
De ese modo, prosiguió diciendo que esa no es la manera de manifestarse, pues la mezcla de ideologías, sin ningún tipo de razón definida para abanderar la razón de las huelgas llevadas a cabo al final terminan desvirtuando todo tipo de reivindicación social que puedan desarrollarse a futuro.
Por otra parte, Toñánez apuntó a un enfoque diferente: investigar a Petropar por sus altas inversiones en salarios y beneficios, sin ningún tipo de justificación. El gremialista añadió que siendo solo una empresa competidora, la cantidad de personal dentro de la institución es injustificable.
Así también, en cuanto al trabajo continuo de los trabajos en Tobati, expuso que se vieron enormemente afectados por la suba del precio de combustibles y posterior repunte en los costos de diversos productos.
La solución iba a ser el alza en el flete, pero con esa decisión nuevamente se habla de perjudicar a otro sector de la población, pues hay más de 4.000 oleros en la ciudad, que hacen uso de los servicios de los camioneros.
