“El cambio se vino de golpe”, podría ser el título de este hito, que marca el derrocamiento de la dictadura de 35 años (1954-1989) del general Stroessner por su número dos y consuegro, el general Andrés Rodríguez, lo que dio inicio a la apertura política desde arriba, a la vigencia de las libertades públicas, a la reintegración del Paraguay a la comunidad internacional y a la transición hacia la democracia, según un material elaborado por Line Bareiro, abogada, politóloga y especialista en derechos humanos.
Dos años antes había eclosionado el conflicto interno en las Asociación Nacional Republicana (ANR – Partido Colorado) que junto a las Fuerzas Armadas (FFAA) eran los pilares de la dictadura. De la guerra civil de 1947 quedó un ejército ya tendiente a la subordinación a la ANR, pero fue con Stroessner que todo el que quisiera entrar a las Fuerzas Armadas, incluyendo a la Academia Militar y a la Escuela de Suboficiales, debía estar afiliado al Partido Colorado. El sistema fue más complejo ya que el partido se encontró subordinado a un militar y con oficiales en servicio activo ocupando altos cargos. Pero lo relevante en este caso es que el conflicto interno en la ANR repercutió también en las FFAA, ya que por militar partidariamente, los militares también pasaron a pertenecer a alguno de los dos bandos stronistas: militantes y tradicionalistas.
El triunfo de los militantes combatientes stronistas en el partido, significó no sólo el desplazamiento de los civiles tradicionalistas de altos cargos en el aparato de Estado, sino que también repercutió en las FFAA. El general Rodríguez era cercano al tradicionalismo y conocía bien el poder, así como las debilidades de las FFAA y también quién podía defender al viejo dictador. Fuera de la dirección del Colegio Militar “Francisco Solano López”, de la guardia presidencial y pocos más, el resto de las FFAA se plegó al golpe. A pesar de eso fue un golpe en el que murieron militares de baja graduación. Nunca se dispuso de datos completos sobre esto y tampoco se difundió una explicación convincente del por qué los tanques a disposición de Stroessner, ni combustible tenían. Lo cierto es que en menos de ocho horas desde el inicio del golpe, Stroessner había sido ya apresado por el entonces coronel Lino Oviedo, hombre de confianza del general Rodríguez. Por radio 1° de Marzo se difundió la proclama leída por Andrés Rodríguez:
“Hemos salido de nuestros cuarteles, en defensa de la dignidad y del honor de las Fuerzas Armadas; por la unificación plena y total del coloradismo en el gobierno; por la iniciación de la democratización plena y total del coloradismo en el gobierno; por la iniciación de la democratización del Paraguay; por el respeto a los derechos humanos; por la defensa de nuestra religión cristiana, católica, apostólica, romana. Esos son lo que les estoy ofreciendo.” (textual)
El 5 de febrero a las 4 de la tarde, previa renuncia, el dictador partió al exilio hacia el Brasil, país donde murió el 16 de agosto de 2006.