Ignora olímpicamente el acuerdo regional sobre bienes incautados
Paraguay suscribió el 17 de diciembre de 2018 un acuerdo marco para la disposición de bienes decomisados a la delincuencia organizada transnacional, ratificado por el Congreso y promulgado por el Poder Ejecutivo.
Su objetivo es “establecer mecanismos de cooperación y negociación entre los estados partes que posibiliten la disposición de los bienes decomisados producto de los delitos vinculados a la delincuencia organizada transnacional”. Bajo este compromiso, la justicia puede disponer de bienes incautados que provengan de toda clase de delitos.
Para ejercer ese poder, los organismos competentes deben seguir parámetros bien claros como la naturaleza e importancia de los bienes y la incidencia de la cooperación prestada en el resultado de la causa. Además, deben quedar a salvo “los principios de igualdad soberana e integridad territorial de los Estados…”.
Está claro que la recuperación y disposición de bienes producto del crimen organizado tiene un marco legal que no deja resquicios en cuanto a facultades específicas a ser ejercidas por la justicia. Sin embargo, hay un caso testigo que muestra un desbalance más que sospechoso. En Brasil, Darío Messer fue enjuiciado en 2020 por delitos económicos. Antes de ser sentenciado, devolvió más del 90% de sus bienes, de inmediato transferidos al Estado brasileño. En cambio aquí, los activos de los Messer (padre e hijo) siguen sin ser decomisados porque no hay iniciativa alguna de la justicia en esa dirección, salvo congelarlos por orden de las fiscalías locales actuantes y por pedido de sus pares brasileños.
Mientras Messer va a parar a la cárcel brasileña para purgar una sentencia efectiva de 13 años y medio, en la justicia paraguaya y en la causa caratulada Darío Messer y otros sobre delitos de lavado de dinero y asociación criminal abierta en abril de 2018, una de las ultimas diligencias data de setiembre de 2020 según la cual el juez actuante impone una multa de 10 millones de guaraníes a dos encausados irrelevantes. Los bienes gruesos de Messer padre están congelados, entre ellos, las más de 80 propiedades que se estima tiene en el país. En Brasil, el juez que lo sentenció determinó que Messer “de ciudadanía paraguaya, estuvo prófugo durante meses y, al ser detenido, portaba un documento falso que dificultaba la identificación y el arresto”.
Aquí, la justicia ni se entera. Una vergüenza.
