El tereré es de origen precolombino y tuvo auge durante la Guerra del Chaco (1932-
1935), ya que las tropas paraguayas consumían esta bebida para filtrar el agua
turbia de los tajamares y poder beberla.
Para entender el arraigo del tereré entre las costumbres nacionales, el profesor
Eduardo Ortíz señaló que se debe mirar con atención el periodo colonial, época en
que los Guaraníes ya utilizaban la Yerba Mate para realizar infusiones de té.
“Tanto consumían la yerba mate los Guaraníes que los propios Jesuitas prohibieron
su consumo por considerar que el insumo tenía origen divino y algunos poderes
sobrenaturales. De hecho, en 1610, a partir de una inquisición se prohibió la
sugestión clara del demonio y latigazos para los nativos que consumieran o
traficaran yerba. Esto fue hace 413 años atrás”, relató.
Debido a que no lograron erradicar la costumbre, que ya se encontraba muy
arraigada, los Jesuitas comenzaron posteriormente a comercializar la yerba mate
como un monopolio, comentó el docente.
La fecha exacta de cuándo inició el consumo del tereré no existe, pero hay registros
de la Guerra del Chacos sobre el consumo del tereré”, comentó.
Por otra parte, Ortíz indicó que las altas temperaturas que tenemos en el territorio
nacional contribuyeron a perpetuar la bebida refrescante.
En esta misma línea, el profesor sostuvo que debido al clima regional el Paraguay
no es el único país que consume la bebida refrescante en esta zona del continente,
pues en zonas como Matto Grosso (Brasil) también es muy popular la práctica.
Para “dimensionar el arraigo del tereré”, se debe analizar que, incluso, la
preparación de la bebida constituye un ritual.
“Tanta es la costumbre del paraguayo hacia el tereré que existen diversas formas de
tomar la bebida de acuerdo al contexto. Por ejemplo, el término ‘tererehape’ se
utiliza para señalar el espacio en que, entre rondas, se discuten temas de interés de
grupo. El tereré se convierte en un vicio para el paraguayo y es un símbolo de
amistad y solidaridad”, concluyó.
