Enfrentar la pandemia resultó una tarea compleja para los niños que, alejados de la compañía de sus docentes y amigos de clase, se vieron obligados a enfrentar la virtualidad como método de enseñanza.
Esta nueva modalidad de aprendizaje acentúo las precariedades del sistema educativo, debido a que el acceso a equipos informáticos o Internet no constituye una realidad para todos los estudiantes paraguayos.
Precisamente, con el propósito de visibilizar esta realidad, la organización Enseña por Paraguay puso en marcha la iniciativa “Trazando emociones”, en la que niños elaboraron ilustraciones para transmitir los elementos que más extrañaron de las clases presenciales durante la pandemia.
Tras un pequeño concurso en redes sociales, los dibujos ganadores se plasmaron en remeras, con el apoyo de Rondina. Las prendas de vestir ya se encuentran disponibles para la venta en diversos locales comerciales de dicha empresa.
“Los niños vienen de los sectores menos favorecidos, donde la virtualidad no es una realidad. Esta iniciativa buscó plasmar con dibujos qué es lo que los niños más extrañaron de la escuela durante la pandemia, con el fundamento de que todos juntos y colaborativamente hacemos un país mejor”, expresó Claudia González, directora ejecutiva de Enseña por Paraguay.
El 50% de los fondos que se reúnan con la venta de estas prendas de vestir serán destinados al soporte de la labor de la organización, que trabaja con 12 instituciones del país ubicadas en Remansito (Villa Hayes), Luque y Limpio.
“Algunas escuelas carecen del rubro de un docente. Por eso, a partir de un convenio con el MEC, buscamos potenciar el sector educativo por medio de la selección de profesionales que no vienen necesariamente de ese sector. Tenemos una diversidad de profesiones que van desde economistas hasta obstetras, en algunos casos. Estos profesionales son seleccionados para que puedan dar clases durante dos años en escuelas de contextos menos favorecidos”, comentó.
A partir del desempeño de estos profesionales, que son capacitados para integrarse a los centros educativos, la organización no solo tiene el objetivo de potenciar las habilidades académicas de los estudiantes, sino también desarrollar con los niños habilidades socioemocionales.
“La idea es que este proceso sea transversal a todas las vivencias y experiencias de los estudiantes para que el aprendizaje no se de solamente en las cuatro paredes de una sala de clases y se pueda trasladar a los diferentes sectores o ámbitos que se van desarrollando”, explicó.
