La mezquita-catedral de Córdoba representa una síntesis de los acuciantes problemas que enfrenta el mundo desde la cosmovisión de civilizaciones con formas de concepción del mundo y de las cosas que han chocado de forma reiterada a lo largo de la historia.La catedral en realidad fue una imposición sobre una mezquita levantada por los árabes en su presencia de más de 800 años en territorio de la península ibérica y que a la vez fue erigida sobre un templo católico que existió antes. Ahora es un atractivo turístico erigido en la que fuera la capital de Al Andalus que dependía del califato de Damasco.
Hoy los sirios son protagonistas de una migración masiva tanto del gobierno autoritario que los sojuzga como los propiciadores de un nuevo califato de alcance universal al que denominan Isis. Cientos de miles ganan las costas de los países europeos llamando la atención de quienes creen que esto no esconde otra cosa que una nueva invasión como lo puntualizan partidos políticos surgidos sobre la base del desprecio al extranjero.
La catedral comenzó a erigirse en 1523 unos pocos años después de la reconquista. El oro traído de las Américas sirve para exhibir trabajos dorados que refulgen en los cientos de metros cuadrados de la antigua mezquita.Las cosas no han cambiado mucho tampoco en su lógica de crueldad.
Hace poco los de Isis colocaron una bomba en Afganistán en oposición al gobierno talibán que tomó el poder luego de la salida de los norteamericanos tras 20 años de infructuosa tarea de exportar la democracia occidental. El proceso costó más de 3 trillones de dólares y más de 2.500 muertos y nada cambió.
La ecuación del poder tampoco es homogénea entre los musulmanes dominados por la luchas entre sunnitas y chiitas que han encontrado en occidente un catalizador de odios donde se fundamenta los radicalismos más extremos.
A pesar de los 800 años de presencia musulmana en la Madre Patria no entendemos mucho de ese conglomerado cultural de alto impacto sobre nuestros pueblos que reproducen modelos particulares de estos grupos que hacen parte de nuestro ethos cultural paraguayo.
De hecho el músico con mayor inserción en el alma local lleva el nombre de un descendiente de sirios: Quemil Yambay muy lejos de los nombres que se reverencian aquí en España y rinden pleitesía a los que acabaron con la presencia mora en sus territorios.
En la misma manera de ser del español aun vive la confrontación al diferente como lo dicen quienes llevan años en este país y ven que no es suficiente hablar la misma lengua y ser tributario de la misma cultural para alcanzar lugares de importancia en instituciones públicas o empresas privadas.
La confrontación como modelo
España es el resultado más cercano de las confrontaciones, las mismas que nosotros heredamos y sobre la cuales constituimos nuestra relación con el otro. Somos parte de un colectivo en función de la lucha y nunca sobre la relación de valores comunes.
De estas tierras de Córdoba es el judio Maimonides, el médico que deslumbró por sus conocimientos y que incluso fue el galeno de un faraón egipcio. El mismo que escribió una guía de los perplejos. De aquí en Séneca y hay restos de presencia romana en forma de puentes y pórticos. En el ánimo de modificar el entorno del patio de los naranjos en las afueras de la mezquita-catedral clavaron y se encontraron con la sorpresa de descubrir restos de presencia Romana en un espacio donde están enterrados de momento manifestaciones culturales en conflicto entre árabes y occidentales.
La cultura es lo que importa dijeron intelectuales en un libro publicado por pensadores de estos temas que tendría que enriquecernos en sus variables y no sostener la permanente conflictividad de la que se hace turismo por un lado y reiteración permanente de luchas y guerras. Muchos años después.. hemos aprendido muy poco
