La historia de Camila con el atletismo y el heptatlón comenzó entre los 14 y 15 años, cuando inició a practicar el deporte. Sin embargo, no fue hasta los 16 años que empezó a entrenar de forma más seria, al mudarse a la capital de nuestro país. La atleta es oriunda de la ciudad de Ayolas.
Comentó que su madre hacía atletismo en su juventud, sin embargo, esto no le convenció del todo. “Cuando era chica me mostró sus medallas, y todo lo que significaba hacer atletismo, pero no me gustaba tanto. Hasta que, en octavo grado, un profesor de educación física nos mostró el deporte dentro de las clases y ahí me llamó más la atención”, recordó.
Expresó que anteriormente ella estaba enamorada de la natación, pero al obtener un rendimiento no esperado en una competencia decidió darle una oportunidad al atletismo. “Ahí entrené de manera seria y gané una medalla sudamericana de oro, a los diez meses de practicar formalmente”, declaró.
Afirmó que lo que más le gusta de la disciplina es la independencia. “Por más que uno tenga un plan y un entrenador, él a veces no está, y depende mucho de vos. El atletismo, como otros deportes individuales, es bastante solitario porque depende de lo que vos hagas. Si te dicen que hagas diez repeticiones y vos solo haces ocho, solamente a vos te viene en contra. No dependes de un árbitro ni de tus compañeros. Esa individualidad es la que más me gusta”, contó.
Igualmente, disfruta mucho de la variedad, debido a que son saltos, carreras y lanzamientos, y dentro de los saltos hay diferentes tipos, como en los lanzamientos. “La capacidad que yo tengo de ser multifacética es lo que me divierte, para que no sea todo monótono. Por ejemplo, que no sea solo velocidad, porque sino me iba a aburrir”, aseveró.
A Camila, la disciplina le abrió las puertas a todo lo que logró, no solamente a nivel deportivo sino también en lo profesional. “Yo tengo un título universitario, soy licenciada en biología. Esa beca universitaria la conseguí mediante el deporte, me fui a Estados Unidos. Todo el desarrollo que tengo como persona, la experiencia, haber viajado, conocido países y gente, es todo gracias al deporte”, aseguró.
Explicó que últimamente está más enfocada en la recuperación y el descanso, que en entrenar todo el día. No obstante, dedica al entrenamiento entre seis a ocho horas al día.
Manifestó que su mirada está en los próximos Juegos Suramericanos (Odesur) que se realizará en Paraguay en el 2022 y que le encantaría ver si llega a los próximos Juegos Olímpicos, pero es cuestión de observar cómo se siente y si posee las mismas ganas de siempre. “Quien sabe, de repente dedicarme ya a ser entrenadora o a mi profesión en algún momento”, reflexionó.
LOS TÍTULOS DE CAMILA
En cuestión de sudamericanos, Camila posee una medalla por categoría, ellas son: sub 18 de oro, sub 20 de plata y como mayor, que son de 20 años para arriba, también de plata. Igualmente, Pirelli participó en cuatro ediciones de los Juegos Sudamericanos, en los que consiguió tres medallas. En el año 2006 quedó en el quinto lugar, en el año 2010 quedó en el tercer puesto, allí cosechó su primera medalla. En el 2014 logró una medalla de oro y finalmente, en el año 2018 obtuvo el tercer lugar.
Además, posee dos medallas iberoamericanas: una de bronce y otra de oro y también, el cuarto puesto histórico en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
Sostuvo que su próxima meta es ganar una medalla, en lo posible de oro, en los Juegos Sudamericanos (Odesur) 2022 que tendrá a Paraguay de local y también llegar los próximos Juegos Olímpicos, sin embargo, para ver esto aún falta mucho.
Señaló que su sueño es trabajar para el deporte, ya sea ayudando a la gente, siendo entrenadora o dirigente y encontrar la manera de facilitar sobre todo a las chicas a cumplir sus sueños. “Que sepan también las posibilidades que hay afuera, porque hay mucha gente que no tiene ese conocimiento. Me encantaría seguir contando mi experiencia a las personas, como para que sepan que esas posibilidades están presentes”, indicó.
Finalizó enviando un mensaje para todos los deportistas paraguayos que sueñan con dejar en alto el país mediante el deporte: “No hay límites para los atletas del Paraguay, ya no tenemos nada que envidiar a otros países, tenemos toda la estructura y el apoyo. Las redes sociales hacen que nos conozcamos los unos a otros, que nos contactemos con aquel chico del interior que no tiene idea de cómo llegar afuera, hay que aprovechar esa oportunidad. Estamos los atletas que somos un ejemplo de perseverancia y de que se puede, traten de cumplir sus sueños”, concluyó.
