@lacostasoy
Mario Ferreiro deja de ser Intendente de Asunción, el segundo cargo más importante luego de Presidente de la República, con una carta no más de 5 líneas, con pocas palabras, sin muchas explicaciones. Salió en medio de la humareda que anunciaba una eventual intervención a su administración. Una renuncia que se eleva como el mejor escape político para tratar de desprenderse de los hechos que se venían denunciando.
Llegó a la intendencia con la expectativa de derrumbar la forma tradicional que se administraban los recursos municipales por parte de varios gobiernos que han convertido en el Municipio en la principal agencia de empleo que se traducía en un enorme aparato electoral para cada grupo que buscaba su tajada. Desde intendentes hasta concejales, siempre la Municipalidad de Asunción era el mejor lugar para trabajar y para operar políticamente.
Los supuestos hechos de corrupción que salpica al entorno del ex intendente, viene a destapar más dudas sobre que la corrupción no es solo propiedad de los partidos tradicionales, que cada equipo político se deja llevar por las mieles del poder y muchas veces son absorbidos por dicho poder.
Se va Ferreiro pero esperemos que también se vaya el esquema que nos jode, ese esquema que esta arraigado en las instituciones municipales y que cada nuevo inquilino se encarga de acomodarse a esa estructura que tanto seduce y que nos destruye.
