Seguramente nombres como Brus Willis, Anthony Hopkins, Nicole Kidman, Winston Churchill, Miguel de Cervantes Saavedra y Charles Darwin, te resulten muy familiares, puesto que son personajes que marcaron un antes y un después en la historia , la ciencia y la cultura mundial, pero ¿acaso sabías que tenían tartamudez?
Este trastorno comienza en la niñez y, en algunos casos, dura toda la vida. Se da primeramente por las interrupciones en la producción de los sonidos del habla, también denominadas “disritmias” o “disfluencias”. La mayoría de las personas producen breves disritmias de vez en cuando, por ejemplo, se repite algunas palabras, y otras van precedidas por “mm” o “eh.”
El impacto de la tartamudez en la vida diaria puede depender de la manera en que la persona y sus interlocutores reaccionen a este trastorno, que en muchas ocasiones puede ser negativo. El miembro de la junta directiva de la Asociación Paraguaya de Tartamudez, Wilson Penayo, comentó que es muy duro ser tartamudo en una sociedad como la paraguaya, sobre todo en su infancia, le costó relacionarse con las personas.
“Solemos vivir en nuestro mundo porque no queremos que nos hagan más daño. Cada día tratamos de ser fuertes, pero el primer paso para lograrlo es la contención familiar, hay mucho desconocimiento por parte de los padres que piensan que no ocurre nada, cuando sí ocurre. En mi caso, mi mamá se enteró que yo era tartamudo a los 3 años, y luego de mayor, fui conociendo más del tema”, recordó Penayo, que actualmente tiene 34 años.
Señaló que a nivel académico no hay programas para ayudar a las personas con tartamudez, que sean implementadas por el MEC, por eso a las profesoras muchas veces les es difícil tratar con el trastorno. Además, se hace necesaria la presencia de más fonoaudiólogos y fonoaudiólogas a nivel país.
UN GRUPO DE CONTENCIÓN
Hace un par de años, Penayo llegó a la Asociación Paraguaya de Tartamudez y ese apoyo le ayudó un 90% al recibir información y contención. Es un espacio para compartir experiencias y crear lazos de cooperación que ayuden a sobrellevar los problemas.
Su presidenta, Cinthia Hieber, comenzó a brindar este apoyo cuando supo de la historia de un chico tartamudo de una ciudad aledaña a Asunción que se quitó la vida y dejó una carta donde decía que no aguantaba la presión de la sociedad, desde ese entonces los esfuerzos han estado abocados a quienes más lo necesitan.
“A las personas que tienen la condición les digo que se acepten, así como son. Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros, no nos culpemos, sigamos adelante con la frente en alto por más de lo que digan los demás, sepamos valorar lo que tenemos, y quienes no tienen el trastorno, decirles que sean empáticos, que sus actos pueden causar dolor a las personas que aún no han aceptado la condición y se pueden aislar en sí mismos”, concluyó el miembro de la Junta Directiva.
LOS TRATAMIENTOS
La mayoría de los programas de tratamiento están diseñados para enseñar a la persona destrezas o comportamientos específicos que le ayuden a obtener una mejor comunicación oral.
Podrían empezar a aprender a decir las palabras de una manera un poco más lenta y con menos tensión física, o aprender a controlar o vigilar la respiración. Con el transcurso del tiempo, aprenden a expresarse con mayor facilidad y rapidez, en oraciones más largas y en situaciones más retadoras.
Dato: Los interesados en más información pueden visitar la fan page Tartamudez Paraguay o contactar al (0971) 298 647.