Virgilio Benítez, profesor investigador y consultor de Encarnación. Es especialista en el área de economía del desarrollo. En la parte empresarial es máster en planificación estratégica. Se dedica justamente a la venta de estos planes estratégicos.
Lleva adelante una investigación para la Universidad Nacional de Itapúa (UNI) que consiste en explicar cómo la ayuda oficial recibida impactó en el desarrollo o en la pobreza de nuestro país.
El docente se refiere al préstamo internacional de US$ 1600 millones para mitigar los efectos de la pandemia. Como estos fondos otorgados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial
“Nos encontramos que finalmente todo el endeudamiento no se traduce en una reducción de la pobreza. No se da esta situación por la corrupción. Es el mal que no nos permite avanzar a un progreso sustancial como tienen otros países como Uruguay”, expresó.
Señaló que Uruguay tenía en 1960 el mismo Producto Interno Bruto (PIB) que Paraguay. Pero debido al endeudamiento con las bilaterales posponemos el desarrollo.
“Restringimos las inversiones en educación y salud. En todo lo que necesitamos para poder crecer cualitativamente porque debemos pagar esas deudas”, lamentó.
PEOR ESCENARIO
El catedrático advirtió que con las últimas acciones del Gobierno se avanza en el endeudamiento. Y esto significará que seguiremos sacrificando a la educación y salud para pagar las nuevas deudas.
“El sacrificio que tendremos en el Paraguay será mucho mayor. Vamos a tener que sacrificar otras inversiones que necesitamos para desarrollarnos para pagar la deuda”, expresó.
Afirmó que de los US$ 1600 millones que recibió el país en concepto de Ley de emergencia, correspondía G. 100 millones a Encarnación.
“Si recibíamos esa inversión, los pobladores no iban a tener los problemas que tienen por las fronteras cerradas. De ahí si iba a actuar de manera anticíclica el Gobierno para ayudar a una economía local tan golpeada”, expresó.
MALA ADMINISTRACIÓN
Benítez afirma que la mala administración de recursos limitados es un inconveniente.
“Son recursos que deben ser manejados sin burocracia. Porque esto genera que aumente la corrupción. Siempre está latente eso y debemos eliminar si queremos el país que merecemos”, expresó.
Acto seguido sostuvo que tenemos todas las condiciones para ser un país desarrollado y rico.
“El problema es que nadie se hace responsable de nada. Cosa que en el sector privado el que se equivoca se le echa. Pero en el ámbito público y poderes de decisión, tenemos una justicia tan podrida que justamente no actúa y todo lo negligente siguen manteniéndose en sus cargos y aspirando a cargos mayores”, expresó.
DESIGUALDAD
Finalmente resaltó que la deuda si no se ejecuta de forma correcta termina generando una repercusión negativa. Mayor cantidad de pobres e incrementando la desigualdad.
“Ese dinero que viene para la parte sanitaria se apropia unas pocas personas ampliando una desigualdad”, culminó.
