Quien recorra las calles de Asunción hoy puede darse cuenta del abandono que sufre la madre de ciudades. El paso del tiempo y la falta de inversión ha cobrado factura a la capital.
De cara a las próximas elecciones municipales, uno de los protagonistas que se sentó en la silla de la intendencia, el actual senador Enrique Riera, hace un recorrido por la historia.
Según dijo, hay una leyenda instalada de que la Intendencia es el cementerio de los políticos, pero limitándose a tres que conoce Martín Burt, con su proyecto de lucha contra la pobreza, Carlos Filizola y el propio Riera, actuales legisladores, no considera que sea tal muerte, pero sí es una escuela dura de aprendizaje.
La Municipalidad de Asunción hoy tiene unos 10 mil funcionarios, Riera recordó que en su época logró reducir 2.200 funcionarios, con alternativas como la tercerización. Por ejemplo, les ofreció a las mujeres un curso de conducción y un contrato para las mejores alumnas y funcionó muy bien.
Con un sistema mixto de pagar la indemnización, de advertir con tiempo para que buscaran un trabajo meses antes logró reducir a los funcionarios que tenía aquella época.
“Cuando yo llego a la Intendencia cambio la primera línea y mi equipo me dice esto es ingobernable, era una mamotreta marmolada de 3 niveles, abajo los colorados, en medio los filizolistas y arriba los liberales que eran los jefes. Me dicen que teníamos que hacer una reunión para ver la reforma del Municipio, en aquel entonces yo tenía US$ 30 millones, no había Fonacide, ni royalties, yo vivía de mi recaudacion, hoy el presupuesto es de US$ 230 millones. Además había 300 jefes para 150 cargos y 8 niveles de administración”, recordó.
Afirmó que quería sacar a “los bandidos” y dejar a los mejores. Refirió que según un estudio de recursos humanos de ese entonces, había 7.000 funcionarios en la Comuna pero se podía trabajar con 5.000.
“Desgraciadamente tuve que sacar gente buena porque de cada G. 100 mil que pagamos los asuncenos, G. 90 mil eran para salario y llegó el momento en que no podía pagar y empecé a sacar de a 100 y cuando faltaban 800 murió una persona y me tiraron el cuerpo en la puerta de mi oficina”, recordó.
Riera fue el único intendente que dejó menos funcionarios de los que recibió, ninguno de los intendentes que llegaron detrás disminuyó las cifras y la situación es insostenible.
Rememoró que cobraba G. 11 millones y sus concejales G. 14 millones. “Yo me fui a la Municipalidad hace poco a renovar un papel y no conocía al Municipio, estaba lleno de oficinas, me subí a saludar a las personas y me di cuenta que no hay espacio libre, está llena de oficinas, los funcionarios están escondidos, en mi tiempo yo despampanicé el Municipio para que los ciudadanos vean si los funcionarios estaban laburando o no y que el laburante sea reconocido”.
El actual senador cree que la Intendencia y los gobiernos locales en el mundo desarrollado son la solución de los problemas, pero en Paraguay no porque no hay descentralización, porque roban o porque no tienen apoyo técnico.
“Yo confío en la participación ciudadana. Salí de la Intendencia con 800 comisiones vecinales, me reunía religiosamente y ellos sabían los problemas que afectaban a su comunidad. Ese es el secreto, hay que escuchar a la gente”, destacó Riera.