Stefanos Tsitsipas ha clasificado para las semifinales del Open de Australia tras remontarle a Rafael Nadal y decantar finalmente el duelo a su favor por 3-6, 2-6, 7-6(4), 6-4 y 7-5, en cuatro horas y cinco minutos, destaca el portal “Marca”.
Nadal se queda en los cuartos, el mismo resultado de la pasada edición por lo que no suma puntos en su ranking. Daniil Medvevev podría superarlo en el caso de levantar el título. El sueño de su vigesimoprimer ‘Grand Slam’ tendrá que esperar a la tierra de Roland Garros. Después de pasar por encima de Laslo Djere, Michael Mmoh, Cameron Norrie y Fabio Fognini, el manacorí ha cedido contra un ‘top10’, una élite que se le resiste en Australia. La última vez que ganó a uno en Melbourne fue Milos Raonic (3), en 2017.
El partido era lo esperado: Nadal apuntaba todo el tiempo al revés para abrir después a la derecha del rival y Tsitsipas se agarraba a su saque para alargar el desenlace lo máximo posible. Cada uno con sus armas mantuvo su servicio hasta el octavo juego.
Había tanta humedad en Melbourne que el campeón de 20 grandes pedía más potencia al ventilador que estaba situado detrás de él en los cambios. El español no estaba especialmente certero con la puesta en escena de la pelota. Tampoco lo necesitaba porque tenía argumentos de sobra para paliar esa carencia.
A los 33 minutos llegó la primera pelota de ‘break’ para Rafa con un pasante de revés marca de la casa. El griego estrellaría después una derecha en la red. Se mostraba errático con su golpe favorito. Su rival se situaba con 5-3, a las puertas del primer parcial. No fallaría en el momento de adelantarse en el marcador.
Nadal rompería por segunda vez el saque de su adversario en la continuación y puso la directa. Su derecha sacaba fuego. Los últimos cinco juegos habían caído de su lado. Tsitsipas cortó la sangría cuando parecía demasiado tarde para él. En una grada vacía, Apóstolos, su padre, era el único que le aplaudía.
Rafa no daba tregua. No regalaba un solo punto y eso desesperaba aún más al heleno. Stefanos no se rindió, llevó el desenlace del tercer set a la muerte súbita y la ganó. El balear falló dos remates que nunca aparecen en su estadística de errores no forzados.
MUCHOS NERVIOS
Los nervios se apoderaron de la raqueta de Nadal, que concedió las primeras pelotas de ‘break’ en el primer y quinto juego de la cuarta manga. Las neutralizó con el servicio. Hasta se permitió un ‘ace’ de segundo saque. Pero el duelo estaba parejo y su derecha renqueante. El juez de silla advirtió que el griego estaba recibiendo instrucciones de su banquillo y recibió una amonestación.
En el noveno asalto llegó la primera rotura de Tsitsipas después de tres intentos sin premio. Le permitió firmar las tablas en el marcador. Sólo Roger Federer, en la final del Masters 1.000 de Miami, en 2005, y Fognini, en la tercera ronda del US Open, en 2015, habían remontado antes un tanteo tan adverso contra Rafa.
Los dos sabían que la victoria caería del lado del primero que sumara un ‘break’ de ventaja. Ya no había fuerzas para más. Nadal acompañaba sus tiros ganadores con el característico «vamos». Cualquier ayuda mental era bienvenida.
El griego sacó para el triunfo en el duodécimo juego. Justo antes había logrado la rotura definitiva. Rafa tuvo pelota de seis iguales y se le escapó. A la tercera, Stefanos hizo historia y el destino quiso que fuera con un revés paralelo.
Mientras Tsitsipas se medirá a Medvedev en las semifinales del viernes, el balear regresa a Europa. Volverá a la competición oficial a partir del 1 de marzo en el Open 500 de Rotterdam.