Unas 99 escuelas del Paraguay están expuestas al peligro de las fumigaciones, lo que a su vez hace que la vida de más de 8.600 niños, niñas y adolescentes esté en riesgo, además de más de 1.100 docentes. Esto fue lo que detectó una investigación del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales del Paraguay (INECIP-Py).
De los 15 distritos estudiados en el año 2018, en 11 se identificaron escuelas o centros educativos cercanos a cultivos extensivos. Del mapeo resultó que, de las 557 escuelas, esas 99 estaban a menos de 200 metros y 51 se encontraban a menos de 100 metros, o sea, en mayor riesgo en caso de aplicación de los defensivos agrícolas.
En este contexto cabe mencionar que constituye un delito tener plantaciones extensivas cercanas a escuelas y fumigarlas de forma terrestre a menos de 100 metros o en forma aérea a menos de 200 metros, según los artículos 67 y 68 de la Ley 3742/09 de control de productos fitosanitarios de uso agrícola.
El estudio también apuntó que los distritos donde se han detectado la mayor cantidad de instituciones educativas próximas a estos cultivos, fueron Itapúa Poty (58%), Edelira (42%), Minga Porá (36%), Guayaibí (4.48%), Arroyito (4.17%), Liberación (2.5%), y Capiibary (1.09%).
En el marco del proyecto Alianza por el cumplimiento de las leyes ambientales nace la campaña “No fumiguen la educación”, promovida por Base Investigaciones Sociales (Base IS), la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas (Conamuri), la Organización de Lucha por la Tierra (OLT), la Federación Nacional Campesina (FNC) y el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales del Paraguay (Inecip-Py), con el apoyo de Diakonia y la Unión Europea.
La campaña busca movilizar a la ciudadanía en favor de las leyes ambientales que prohíben las fumigaciones en áreas. “Este es el momento de hablar sobre el tema, que el Estado reconozca a las escuelas mapeadas en los estudios y se prepare para aplicar la Ley de alejar los monocultivos a más de 200 metros en el próximo ciclo productivo”, explicó Javier Ramírez, coordinador ejecutivo de la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes).
Agregó que generalmente se ven obligados a suspender las clases porque estas fumigaciones generan malestar, vómitos, dolor de cabeza, diarrea tanto en niños como en docentes. Incluso se citaron casos de embarazadas que estuvieron expuestas a agrotóxicos y los bebés nacieron con malformaciones o presentaron algún cáncer.
“Para nada estamos en contra de la gente que se dedica a la agricultura y los monocultivos porque somos conscientes que hay familias que están siendo sostenidas gracias a eso, pero existen muchas personas que están siendo afectadas. Cuando sigamos la investigación serán más escuelas a nivel país y es súper preocupante”, señaló Ramírez.
Asimismo, pidió a las autoridades su mayor compromiso para este año y a toda la ciudadanía que se pueda unir a la causa. “Las instituciones públicas responsables deben proteger a las escuelas, garantizar el derecho a la educación, a la salud y hacer cumplir las leyes vigentes desde su rol institucional”.
Mientras que Melissa Giménez, vocera de la Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay (Unepy) hizo un llamado a realizar acciones rápidas, ya que es necesario asegurar un ambiente seguro y propicio para garantizar que estas escuelas no recibirán esos daños.
“La sociedad se está dando cuenta de esta problemática y pedimos que los estudiantes, los padres de familia y los docentes se nos unan. Nuestro deseo es que se aplique la Ley y que los cultivos se retraigan a 200 metros, para proteger a las escuelas en Paraguay.”
LAS FIRMAS
En el marco de la campaña “No fumiguen la educación / Anive pefumiga escuela” se llevará a cabo una petición de firma con el objetivo de hacer cumplir las leyes vigentes. La petición espera recoger unas 20.000 firmas, cada una de ella va a estar representada por un metro de distancia entre escuelas y fumigación. Para formar parte de esta solicitud se puede consultar la web http://bit.ly/