Benjamín Fernández Bogado / Noticia Destacada.
La discusión en torno a la utilización de la marihuana parece llegar bastante tarde al país, una persona que había realizado tareas de extraer de la misma un aceite que tenía fines médicos ha sido perseguida por un agente fiscal que logró que lo condenaran 5 años a prisión.
Esta persona que ahora debe enfrentar la irracionalidad del momento ya que en la misma semana que lo condenaban el Gobierno autorizaba el cultivo del cáñamo, un derivado de la marihuana que le sirve a la industria farmacéutica y que podría generar la friolera suma de G. 10 millones en una cosecha y podrían darse 2 en el año, lo que implicaría G. 20 millones de ingreso a un cultivador en una hectárea.
Por un lado el ministro de la SENAD se siente orgulloso de este paso y al mismo tiempo el que había sido fiscal antidroga debe presenciar el momento en el que un colega suyo se encarga de condenar a alguien que había hecho la tarea de la investigación cuando no existía ningún antecedente sobre el mismo.
Es la hora que la norma se adecue a la realidad y esa realidad hace hoy de que países como Estados Unidos, en varios estados en donde el cultivo y la comercialización con fines médicos es completamente legal, hayan encontrado una fuente de ingresos extraordinarios como lo prueba indudablemente el caso del estado de Colorado por citar simplemente uno de ellos.
El Paraguay debe entender, las tendencias a nivel mundial deben adecuarse a ellas y debe dejar que un fiscal que ha sido varias veces indiciado de favorecer a los narcotraficantes sea uno de los que favorece ahora a la ilegalidad condenando a alguien que había sido un innovador para su tiempo.