El Ferencvárosi regresó a la Champions League tras 25 años de ausencia. Es la primera vez en seis años, cuando se enfrentó al Chelsea, que compite contra escuadras de alto calibre como el Barcelona. Aunque el equipo se llevará 15 millones de euros fijos por jugar la fase de grupos, que de acuerdo a KPMG Football Benchmark “serían más de la mitad de sus ingresos anuales totales”, de no jugar con público en las tribunas tanto el club como la ciudad perderán la oportunidad de generar ganancias adicionales por la visita de un gigante como la Juventus de Cristiano Ronaldo.
Una mayor decepción se llevan equipos y aficiones como Midtjylland, Krasnodar, Rennes y Estambul Basaksehir, que lograron participaciones históricas al alcanzar por primera vez el torneo continental. En caso de permitirse la asistencia del público, debido a las restricciones de la UEFA, solo podrían alcanzar un máximo del 30% de su capacidad. A excepción del Krasnodar y Rennes que se enfrentaron entre sí con marcador de 1-1, Midtjylland y Estanbul cayeron en su primera jornada de Champions League 4-0 y 2-0, respectivamente. Según la normativa vigente en Dinamarca, el Midtjylland no puede acoger más de 300 aficionados en su estadio (le caben 12, 000 en total).
El Ferencvárosi perdió 5-1 en condición de visitante contra el Barcelona en la jornada 1 y el próximo 4 de noviembre tendrá la oportunidad de recibir a un gigante: la Juventus, en el Groupama Arena, ubicado en la ciudad de Budapest, Hungría, cuyo capacidad es de apenas 22,000 espectadores y donde el costo de boleto promedio para un partido es de 4.38 euros.
De acuerdo a Diario AS, Hungría fue el primer país en abrir estadios y en el último partido en el Groupama Arena se congregaron casi 9.000 espectadores.
En comparación, el Olympiacos, el club más exitoso en la historia del futbol griego, manejaba un costo promedio de 108.75 euros para su partido de Champions League contra Marsella. Sin embargo, horas antes de que se llevara a cabo el encuentro, las regulaciones gubernamentales obligaron a revocar la venta de boletos. De haber recibido a los 3,500 espectadores que hasta horas antes permitían las autoridades locales, Olympiacos habría generado unos 380,600 euros adicionales de acuerdo al costo del boleto promedio.
Siete de los 16 partidos que se jugaron el martes y miércoles de la primera ronda de fase de grupos de Champions League tendrían al menos algunos espectadores en su estadio, pero las condiciones cambiaron rápidamente negándole la posibilidad a los equipos de ingresar hasta cientos de miles de euros extra; solo cuatro juegos permitieron acceso al público con aforos reducidos.
El estadio de Kiev (Ucrania) tuvo la posibilidad de recibir a 20,000 aficionados para la visita de la Juventus aunque tiene capacidad para hasta 70,050. Al momento no se ha permitido el acceso al público a los estadios de los equipos españoles e ingleses y las condiciones cambian súbitamente para otros países. Francia fue el primer país que reanudó su liga y que permitió acceso a los fans, pero el próximo partido de Marsella contra el Manchester City se celebrará a puertas cerradas debido a una segunda ola de contagios.
“Esperar siete años, haber vivido el punto cero, encontrar por fin la Champions y no poder volver allí por una pandemia, es duro” expresaron los aficionados al medio francés Le Dauphiné. El equipo francés participó por última vez en Champions League durante la temporada 2013-14; en aquella ocasión, perdió todos sus encuentros en la fase de grupos.
Hasta septiembre, Países Bajos también permitía la entrada del público con hasta el 40% de su capacidad, sin embargo, a finales de septiembre dieron marcha atrás ante la oleada de contagios y prohíben el público en los eventos deportivos desde entonces. El Bayern, en Alemania, tampoco recibió aficionados en su duelo de Champions League.
De acuerdo a The Times, la UEFA notificó a sus 55 miembros asociados recortes a los premios económicos durante las próximas cinco temporadas debido a pérdidas por 435 millones de euros en Champions League y Europa League provocadas por la pandemia de covid-19, pues hubo “reducciones en ingresos de televisión y patrocinios por retrasos forzados”.